Por. Marissa Rivera
Mis mejores deseos de salud, de felicidad y de éxitos, para todas y todos nuestros lectores.
Iniciar bien el año es algo deseable.
Pero quién puede iniciar bien el año en medio del terror que vivimos frente a la inseguridad.
El gobierno federal no ha querido, ni ha podido darles a los ciudadanos lo que más anhelan: seguridad.
No le ha importado garantizar a los mexicanos lo más sencillo a lo que uno aspira, salir de sus casas a trabajar, a la escuela, al doctor, al mercado, o a donde sea, con la certeza de que regresarán con vida a ver a sus seres queridos.
Los mexicanos día con día sobrevivimos a los asaltos, extorsiones, robos, agresiones. Estamos sometidos por la delincuencia y por la ineptitud de los gobiernos.
Los negocios o son saqueados o son quemados. Los dueños o pagan una cuota o son asesinados.
En los hogares persiste el miedo, el miedo a que bandas organizadas se metan a robar lo que con tanto esfuerzo puede uno tener. Ya no digamos viajar en transporte público, que también tiene sus formas de aterrar contra nuestro patrimonio.
Campesinos hartos de ser victimas de extorsión que someten a los criminales, porque la autoridad o está coludida o es omisa. Y como venganza hay varias personas desaparecidas.
Asesinatos de gente inocente que todos los días ocurren en el país. Los 12 jóvenes en una posada en Guanajuato, la desaparición y asesinato de cinco jóvenes en Lagos de Morenos o los cinco estudiantes de medicina que desaparecieron en Celaya y después aparecieron muertos. O los 32 migrantes que fueron secuestrados en Tamaulipas.
Más de 170 mil homicidios durante esta administración, un récord más de la incompetencia y la falta de oficio de este indolente mandato. El sexenio más violento en la historia de México.
¿Y quién nos ayuda? Nadie.
No hay estrategia. Que cada quien se defienda como pueda. Supuestamente con la millonaria entrega de recursos a programas sociales se iban a atender las causas.
Pero el crimen sigue creciendo. Lo único que se ha atendido es la compra de conciencias/votos rumbo a la elección de junio de 2024.
Este 2024 arrancamos, un año más, inmersos en la polarización que arreció en esta administración y que no cesará.
Pero hay otros temas complejos que también nos predominan en la sociedad, como la complicada situación económica, en la que los productos de primera necesidad se han encarecido.
Y, qué decir de los impensables escenarios políticos que se han acomodado, sin importar el pasado, para ser parte de la madre de todas las elecciones en México.
Individuos que han hecho de la política una forma de vida y que no permitirán que les quiten la ubre del erario federal.
O personajes impresentables que buscan impunidad política al amparo de un cargo para continuar viviendo de los impuestos de los demás.
Quién podría iniciar bien un año así de complicado y temeroso.
Ojalá todos aquellos que viven y comparten este escenario dejen de ser expectantes y se conviertan en actores este 2 de junio.
