miércoles 01 mayo, 2024
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BÁRBARA LEJTIK COLUMNAS

CEREBRO 40: Hace 24 años falleció mi tío Jorge

  • 01 de diciembre, Día Mundial del SIDA

Por. Bárbara Lejtik

@barlejtik

En medio de un tremendo dolor, pero sobre todo con la confusión familiar por no saber realmente lo que le había pasado, al principio dijeron que fue leucemia, después que una bacteria se lo había devorado por dentro. Después de mucho empezaron a reconocer que había sido víctima de la estigmatizada enfermedad conocida como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, pero eso si, que se había contagiado en una visita al dentista.

Mucho se ha avanzado en este tema desde entonces.

Recuerdo con tristeza su último año de vida, recuerdo cómo fue muriendo cada día, consumiéndose hasta parecer mucho más muerto que vivo, su piel se apagó, su pelo primero encaneció y luego desapareció por completo, el de la cabeza y el de las cejas y las pestañas, sus ojos no brillaban y sus músculos enjutos hacían que su piel luciera seca y ceniza.

Yo siendo la más joven de la familia a la que se le permitía acercarse a él quise demostrarles que el VIH/SIDA no era lo que todos creían y que no me iba a contagiar por estar cerca de él, estando embarazada de mi hija mayor lo abracé y lo besé muchas veces y eso me hace sentir hoy muy contenta dentro de toda la tristeza que me dio que el tío que me enseñó a amar a Los Rollings muriera de la misma forma que su gran ídolo Freddie Mercury. De la misma forma tan dolorosa e injusta a los 40 años de edad, un hombre deportista y sano que no pudo hacer nada contra este virus más que despedirse de la vida cada día hasta que era tan poca la energía en su cuerpo que no sabíamos sus familiares si seguía vivo o ya había muerto.

Cada año, el 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial del SIDA. Ese día gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que ya fallecieron.

Cada Día Mundial del SIDA gira en torno a un tema diferente. Este 2023 el lema de la conmemoración fue “Que lideren las comunidades”. Dado que el cambio no depende de un momento, sino de un movimiento, el mensaje no solo sonará un día, sino que estará en el centro de las acciones que se desarrollaron a lo largo de noviembre, entre ellas la publicación del Informe del Día Mundial del SIDA, llegó a su punto más alto el 1 de diciembre coincidiendo con el Día Mundial del SIDA, y seguirá resonando a lo largo de todo diciembre y más adelante.

El tema de este año incorpora toda una lista de desafíos sobre los que se ha alertado en todo el mundo. Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH.

Entre las acciones la gente decide llevar un moño rojo, que es el símbolo universal que muestra el apoyo y la solidaridad para con las personas que viven con el VIH.

Mucha gente que vive con el VIH escoge ese día para alzar la voz y hacerse oír sobre temas importantes en sus vidas.

Asimismo, grupos de personas que viven con el VIH y organizaciones de la sociedad civil se movilizan en apoyo de las comunidades y  recaudan fondos.

Las actividades que se realizan ponen de manifiesto el estado actual de esta enfermedad.

El Día Mundial del SIDA sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los gobiernos que el VIH no ha desaparecido. Al día de hoy es fundamental aumentar el financiamiento para dar atención a las personas portadoras del virus. También es esencial que la sociedad en su conjunto tome conciencia de cómo el VIH afecta la vida de las personas, para que de este modo podamos poner fin al estigma y la discriminación, y consigamos mejorar la calidad de vida de las personas que viven con él.

Una gran cantidad de personas son positivas hoy en día y aún con la información y la globalización siguen contagiándose cada día miles de jóvenes, ya sea por transmisión sexual o por usar jeringas o material quirúrgico infectado.

La única cura real está en la prevención, en el uso consciente y obligatorio de preservativos específicamente de barreras físicas durante las relaciones sexuales casuales o no seguras y con la estricta desinfección del material en hospitales, así como el uso de jeringas nuevas en todas las situaciones.

Solo una sociedad amorosa y solidaria podría hacer un cambio verdadero en la calidad de vida de quien padece la enfermedad.

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