Por. Cristina Ortega
@CrissOrtega
Todo indica que escribir sobre Barbie nos hace estar en tendencia; también referir a su pasado de muñeca alemana sexuada, solo para hombres. En ese contexto es que elegí el título, es simple, el sexo siempre vende, pero lamento decepcionarle.
Lilli o Bild-Lilli (bild significa imagen en alemán) fue creada por el humorista gráfico Reinhard Beuthien, para el periódico Bild-Zeitung, la traducción literal es Imagen-Periódico, algo así como “prensa ilustrada”. Bild-Lilli es un personaje de la tira humorística, que vivía su autonomía, decidía vestir sexy, tener una vida social y económica como mujer independiente en la recién conformada Alemania Occidental. Esta imagen (bild) retoma las posturas sobre un enfoque crítico en la sociedad, la cultura y su compromiso con la liberación política y la igualdad social que caracterizó a la Escuela de Frankfurt desde antes de la Segunda Guerra Mundial, compuesta por los investigadores de origen judío Aby Warbug, Walter Benjamin y Theodor Adorno, entre otros.
En este contexto para las mujeres, fue que ya no eran las mismas, habían tomado los papeles laborales y de mando, porque los hombres se mataban en campos de batalla, y cuando éstos regresaban, “ellas”, ya integradas a la actividad económica y social participativa, tienen el cabello corto o recogido por una coleta para poder hacer más fácil las labores socioculturales, lo que hoy conocemos como “empoderamiento”, la identificación de las mujeres con Bild-Lilli hace un ejercicio de transmedia, es decir, el personaje de caricatura-historieta muta a objeto tangible, ya es una muñeca que tiene su propia historia; aquí es donde entra Ruth Handler, otra judía y empoderada mujer de la postguerra, que retoma la filosofía de Bild-Lilli , para crear su propio personaje, con otro nombre.
Poco se habla de que Ruth Handler, es una de las pioneras empresarias de la postguerra y socia de la empresa Mattel; donde lanza la mediática Barbie, con base en la historia de vida autónoma que tenía Bild-Lilli. Es importante mencionar que Ruth al padecer cáncer de mama, es también pionera en las creaciones y diseños de implantes mamarios (la empresa Ruthton Corp.) que desarrolló sus propios implantes bajo el nombre de ‘Nearly Me’ <Casi yo misma>, Handler dio charlas por todo Estados Unidos para empoderar a las mujeres con prótesis de senos, incluso la entonces primera dama Betty Ford fue su clienta.
Como verá, ni Bild-Lilli fue porno, ni muñeca sexual como en muchos textos refieren, y el empoderamiento de su creadora empalidece exaltando que “la inspiración de una muñeca es suficiente para poner el nombre de su hija”. ¿Se puede ver lo patético en una sociedad que sigue minimizando el papel de hacedor económico de la mujer, sin ser sexual?
Le invito a leer el libro ‘Dream Doll: The Ruth Handler Story’ (Muñeca soñada: la historia de Ruth Handler), es quizás esta la verdadera historia detrás de Barbie, más allá de acceder a la https://barbiepedia.com/, a la cual le falta mucha información “real”, de “una representación”, leyó bien, aquí entramos a lo contemporáneo. Buscamos lo más real y verdadero de lo que representa algo que es, una frase lo suficientemente filosófica que hoy toma el subgénero de cine mumblecore –movimiento cinematográfico de bajos recursos que inicia en este siglo, influenciado por las nuevas tecnologías y con personajes ordinarios con típicos conflictos existenciales-, algo muy similar a la filosofía del existencialismo que se desarrolló con mayor fuerza en la postguerra, justo cuando surgen (Bild-Lilli y Barbie), sus principios fundamentales son la finitud, la soledad, el estar en el mundo, la muerte, el compromiso y la libertad. Como sociocultura, parece que estamos regresando a preguntarnos los mismos términos. Desde la imagen debemos voltear la mirada a la historia, pero no quedarnos en esa historia, actualmente las representaciones del pasado, deben ser vistas con miradas de segundo orden, este es un término de análisis contemporáneo que plantea observar lo observado, juguemos un poco con esta frase: “El observador que observa al observante, y aquello que observa”. En la película Barbie, somos observadores de una representación actoral de un objeto muñeca que representó una historieta, que representaba una vida de una mujer independiente. Bienvenido al análisis de la imagen contemporánea, Bildwissenschaft : La ciencia de la imagen. Basado en estudios del pensamiento y sistemas complejos, esto es lo de ahora; según Wikipedia lo define así: Un sistema complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible ante el observador como resultado de las interacciones entre elementos. Bien, esto es Barbie, no solo la película, ni la muñeca, ni Ruth, ni el matriarcado o el patriarcado, ni Mattel, ni Bild-Lilli, y Ken… son todos ellos juntos en un punto ciego y al mismo tiempo su visión.
Y uno de los tantos puntos ciegos que tiene el signo “Barbie”, es la fuerza de participación mundial que tiene su proyección de historieta, a muñeca, a participación fílmica (Toy Stoy 3) a la actuación de una mujer que representa todo lo anterior en una creación cinematográfica. Desde que “la representación” de la mujer como partícipe de una economía que lanzó Mattel, ha ido teniendo “apropiaciones en todo el mundo, vestida como cada lugar para la identificación de ésta. Algo muy importante es mencionar al primer mexicano que viste a Barbie y obtiene el contrato, no solo de vestir a la muñeca, sino de hacer los diseños de ropa para que las mujeres puedan vestir como Barbie.
El maestro Héctor Terrones, en 2006 lanza su colección y es el único diseñador que se atreve a introducir el negro en la ropa para mujer de Barbie.
Como verá, no hay ninguna historia porno y mucho para preguntarnos sobre “actuaciones de segundo orden” para Hollywood, es decir, actuar, como actúa una representación que representa, eso es la película Barbie desde una visión totalmente del siglo XXI.
Del existencialismo donde nace la representación Barbie, tomaría la frase de Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, se llega a serlo”, a lo posible que el cine mumblecore como ejercicio neo existencialista nos cuestiona que la reproducltibilidad de la imagen pan-trans-mediática está provocando.
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