Por. Fernando Coca
El anuncio de Marko Cortés de que el PRI pondrá las candidaturas en las elecciones de gobernador en Coahuila y el Estado de México, abre la contienda para que los panistas comiencen a prefigurar quiénes serán los candidatos a la Presidencia y la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
El PRD irá como rémora para captar las migajas que le den los azules y tricolores.
Así, Alejandra del Moral va contra Delfina Gómez en el Edomex y Manolo Jiménez irá contra Armando Guadiana y, en una de esas, contra Ricardo Mejía.
Las encuestas marcan favorito a MORENA en el Estado de México. Delfina Gómez, ya perdió en 2017 la competencia. Hoy ya tiene más experiencia, pero la maquinaría priista podría acortar las distancias si es que el gobernador Del Mazo no sucumbe ante un cargo diplomático. Del Moral tiene en contra, y eso no es culpa de quien la postuló ni de sus opositores, su propia personalidad. No es cercana a la militancia y es una imposición de lo que queda del Grupo Atlacomulco.
En Coahuila, los Moreira, que están partidos, intentan dejar a uno de los suyos. Les puede ayudar la fractura en MORENA. Si Guadiana y Mejía no se sientan y negocian, el partido mayoritario perderá la oportunidad de abatir la hegemonía priista en ese estado.
Para la Ciudad de México el PAN tiene figuras, todas femeninas, que pueden ser candidatas competitivas: Lía Limón, Xóchitl Gálvez y Kenia López. También podría ser candidato Santiago Taboada. Sin embargo, tendría que comenzar a perfilar a sus cartas más fuertes desde hoy, pues Omar García Harfuch está dando resultados como jefe de la policía de la Ciudad y las otras cartas de MORENA –Clara Brugada, Luisa María Calderón y Ariadna Montiel– les pueden dar un susto y recuperar la ciudad que los morenos perdieron el 2021.
A la candidatura presidencial hay que anotar a los gobernadores Mauricio Vila y Mauricio Kuri. A ellos hay que agregar a Santiago Creel. Y también ya tendrían que comenzar a “trabajar” en pasear por todo el país a sus prospectos.
Acción Nacional es el partido más fuerte de la débil oposición mexicana. Aún mantiene hegemonía en los estados del Bajío y en Yucatán. La coalición entre panistas y priistas puede generar expectativas en grupos muy focalizados en los lugares donde gobiernan estados y municipios con la condición de buenas administraciones que pueda contrastarse con los de MORENA.
Para tener alguna posibilidad de triunfo, Va por México necesita de triunfos contundentes en el Estado de México y Coahuila.
Veremos si logran reconciliarse con la sociedad que abandonaron por tantas décadas y logran captar los votos.
La Letrina. La alianza PRI-PAN dejó fuera, por fortuna para los mexiquenses, a Enrique Vargas, quien será candidato a senador. En la Ciudad de México, quien ya no tiene elementos para aspirar es Martí Batres, la contienda no es para él ante las figuras femeninas de su partido y el buen trabajo de García Harfuch. En el contraste, el de la leche Betty ya perdió.
