Por. Fernando Coca
¿Le ganó la pasión, se acaloró en el debate, le ordenaron decirlo o simplemente lo traicionó el subconsciente? Lo real es que César Cravioto, senador de MORENA reveló la fractura no en el grupo parlamentario de su partido, sino del partido mismo.
La revelación de la ruptura en el partido-movimiento se dio luego del desaire (por decirlo suave) del gabinete de seguridad para asistir a la plenaria de los senadores morenistas. Para César Cravioto la cancelación de Adán Augusto Hernández, del general Luis Crescencio Sandoval, de SEDENA y Rosa Icela Rodríguez, de Seguridad federal no fue un desaire “pero sí es un mensaje político muy claro lo del día de hoy. Y debemos asumirlo todos como grupo parlamentario porque, si bien, en términos legislativos han salido las cosas, en términos políticos, y sobre todo en las últimas semanas, los mensajes no han sido necesariamente de respaldo al proyecto que encabeza el presidente López Obrador”.
Para Cravioto los senadores de MORENA deben poner por encima de todo el proyecto del presidente en los dos años que quedan de la actual administración.
La disputa por la nominación a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores fue el marco en el que el operador de Claudia Sheinbaum en el Senado, pidió decantar la voluntad de los senadores al Poder Ejecutivo. No hacerlo sería tanto como traicionar al movimiento.
En la mente de Cravioto está la obediencia y la sumisión. Se le olvida que, cuando era presidente del CEN de MORENA, AMLO le decía a militantes y simpatizantes que se reunían las plazas públicas para escucharlo, que EL MOVIMIENTO estaba conformado por hombres y mujeres libres que no tenían que estar de acuerdo ni obedecer a pie juntillas lo que decían los “líderes”.
Ahora, en contra de lo que pidió AMLO durante la construcción del movimiento, Cravioto pide obediencia. Peor aún para la causa que representa -la de Sheinbaum para hacerla presidenta y la de su padrino y jefe político Martí Batres que quiere ser jefe de Gobierno- que el mensaje de la inasistencia de los secretarios de Gobernación, Defensa y Seguridad era el de la ruptura.
¿Adán Augusto López avala el mensaje de división que señala Cravioto? ¿Rosa Icela Rodríguez rompió lanzas con sus compañeros y aliadas en MORENA? Más grave aún ¿las fuerzas armadas de México y el general secretario Sandoval están en la dinámica rupturista de los intereses políticos de un grupo de personas que quiere el poder por encima de millones de mexicanos que no comparten la ideología de Cravioto, Sheinbaum y Batres?
La oposición está de plácemes. MORENA, el partido que da encargos, no cargos, se reventó por el cargo de presidente de la Mesa Directiva del Senado. Cravioto desmiente, sin quererlo, al presidente López Obrador cuando dice que “no somos iguales” a los del pasado. Cravioto anhela un régimen autoritario y sin libertad de pensamiento, contrario a lo que Andrés Manuel López Obrador promovió en una carrera política de 40 años para regenerar la vida pública del país.
