Por. Adriana Luna
La industria tequilera durante décadas era negocio de machos mexicanos, mientras que el tequila, era una bebida símbolo de hombría, sobre todo si se tomaba derecho (en caballito y directo). ¡Qué esperanzas que una mujer fuera la dueña de una empresa tequilera! Fue entonces que llegó Leticia Hermosillo Ravelero.
Su esposo Gildardo siempre admiró el talento que tenía para la administración y las finanzas, también su empuje para mantener a la familia unida, así que la incitó a ser la dueña de la naciente empresa Cava de Oro.
Leticia es pionera en la industria tequilera del país. Más de 95% de las compañías son encabezadas por varones. La visión de la señora Hermosillo ha logrado que otras mujeres sean conquistadas por la bebida mexicana. Mientras más obstáculos se le presentan, más inspirada se siente para salir adelante. “Soy una de las excepciones, le perdí el miedo al machismo, ese machismo no sólo existe en México, es mundial, predomina”, dice.
Ella recuerda que consolidar la empresa le costó lágrimas de sangre, primero para ganarse la confianza de los tequileros, después salir al mundo a vender su producto. Hubo momentos en que cuando ella sentía desfallecer, su marido la estimulaba a seguir adelante y viceversa. Hoy exportan a Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania, Reino Unido y Suiza.
Los años transcurren y aún es difícil que las mujeres empresarias logren ser aceptadas en una industria que sigue siendo patriarcal. Pero para Leticia, su mayor triunfo ha sido contagiar a sus hijos, la pasión por el trabajo y esfuerzo. Su deseo es que sus hijos, nietos y bisnietos sigan adelante con la tequilera.
La pandemia de COVID-19 significó otro reto para sobrevivir, aunque si bien como industria alimenticia nunca paró actividades, sí enfrenta carencias en la distribución de empaques y etiquetas para poder sacar adelante los compromisos en el mundo. Así que Leticia le apostó a la producción local, desde las mismas plantas de agave, el proceso, empacado y exportación. La venta en línea del tequila se disparó durante el confinamiento hasta 200 por ciento, revelan estudios oficiales.
En Jalisco es muy raro que una empresa familiar sobreviva tres generaciones, su reto es que sean más de cinco. Por lo pronto, su hijo Alberto como maestro tequilero titulado, se hace cargo de la calidad del tequila y busca elaborar diversos productos que generen experiencias sensoriales. Sostiene que el tequila es un producto sin igual, ya que se han detectado más de 600 sabores, lo que no logra el whiskey, cognac u otra bebida de alta gama en el mundo.
Hoy, el consumo de tequila entre las mujeres se ha incrementado y también el número de propietarias de empresas tequileras, en una industria que se creía exclusiva del género masculino.
