- Poeta, escritor, revolucionario e independentista
Raúl Jiménez Lescas
Con el mal de un alma en el vacío
¿Quién fue el amigo español de Martí?
Como sabemos José Martí entró por el puerto de Veracruz, donde tomó el Tren Mexicano rumbo a la capital de la República. Dos días después de su desembargo, arribó a su destino, el 10 de febrero de 1875. El joven de 22 años venía con un buen amigo español, Enrique Guasp de Peris, mismo que le ayudará a relacionarse con el medio teatral, entre ellas, la mexicana Concha Padilla, musa que interpretaría Amor con amor se paga, obra de Martí. Luego volveremos con esta relación tan interesante entre Conchita y el cubano y los autores dramáticos José Peón Contreras y Gustavo Baz, que se encontrarían en el Teatro Nacional.
Quizá por eso Martí inicia sus versos de despedida del amigo con el siguiente tono:
Surcando el mar, pidiendo a las inquietas
Olas del Golfo espacio y albedrío
Al par llegamos, tú con tus poetas,
Yo con el mal de un alma en el vacío.
¿Quién fue Enrique Guasp de Peris que hasta Amaury Pérez musicalizó y cantó los versos de despedida de Martí mucho tiempo después (1977)? Alicia Perales Ojeda nos recuerda que: “Con el nombre del conocido crítico, director y actor teatral Enrique Guasp de Peris, se fundó en 1879 una Sociedad Dramática que eligió presidente a Enrique de Garay, vicepresidente a Enrique M. Guerrero, secretario a Emilio T. de Vaula, prosecretario a Reynaldo Moreno y tesorero a Luis Dublán” (IIF/UNAM).
La amistad del español y el cubano fue trascendental y Martí fechó un poema antes de partir de México, el 18 de marzo de 1875, con el siguiente último verso:
Sube sin miedo, y si su rostro airado
El cielo a tu soberbia da en castigo;—
Ven sin temor, tu marcha no ha cesado:
Caerás en brazos de tu amante amigo.
Cabe recordar que en la obra Amor con amor se paga, Guasp de Peris y Conchita Padilla ocuparon el papel estelar y que el verso en manuscrito está depositado en la Hemeroteca de la UNAM.
Así que surcando el mar y las olas del Golfo, los amigos, el español y el cubano, llegaron a la estación de los Ferrocarriles Nacionales de México y, fueron recibidos en por don Mariano Martí, padre del joven José y el michoacano Manuel Antonio Mercado y de la Paz, que será su próximo gran amigo como lo destacan las 120 cartas que se escribieron durante dos décadas de amistad.
Rafael Heliodoro Valle, describió muy bien el paso de Martí por tierras mexicanas:
“Como un bólido al pasar por el ancho cielo estremecido, así pasó José Martí por la tierra mexicana. Su presencia coincidió con uno de los movimientos literarios más renovadores en América, alternando con hombres de letras y poeta de la más elevada significación: Guillermo Prieto, Ignacio Manuel Altamirano, Justo Sierra, Manuel Gutiérrez Nájera, José Peón Contreras, y otros más que salieron al encuentro con la amistad para toda la vida, la comprensión íntegra, la atmósfera en que necesitaba respirar su vocación literaria y definir su propio acento”.
Al despedirse de México, Martí continuaría surcando mares y olas de océanos por distintos puntos del Globo: Honduras, Honduras Británica (actual Belice), Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Antillas Holandesas (Curazao), Guatemala, Venezuela, Jamaica, Costa Rica, Panamá, Haití, Bahamas (Gran Inagua), Islas Turcas (Reino Unido) y República Dominicana.
En la próxima entrega: los amigos michoacanos de José Martí.
Fuentes:
Obras Completas de JOSÉ MARTÍ. CEM/Centro de Estudios Martinianos. La Habana, Cuba. 126 volúmenes. 2001. 12500 pp.
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