lunes 06 mayo, 2024
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COLUMNAS COLUMNA INVITADA

«COLUMNA INVITADA» Las Palomitas se venden por separado (la balacera de ayer)

 

Se ha hablado y estudiado mucho sobre la naturalización de la violencia, esto es, normalizar, ver como algo natural la violencia que hemos creado, producido, consumido, criticado, provocado, etcétera.

Bajo el lema “ver los efectos especiales” ese “cliché” para algunos que se autonombran cinéfilos, ver todo tipo de violencia en pantalla grande, comiendo palomitas, y mejor, a lado de alguien que nos acompañe para “disfrutarla juntos”, ha llegado a todo tipo de pantallas.

Cuando prendo la televisión no sé si elegir ver noticias o la violencia hiperrealista de una película donde me expongan gritos, gemidos, explosiones, balaceras, violaciones… recuerde que hay que ver los efectos especiales, todos sabemos que es una actuación, quizás años después nos enteramos como en la película El último tango en París, que la violación de la actriz fue real, pero todo en nombre del arte es válido, ¿no? Pero ya no importa. Uno puede cambiar de canal o pantalla y elegir ver las noticias que están cargadas también de violencia. Lo interesante aquí es que a los delincuentes les colocan una franja negra en los ojos y todos le ponen apellido “N” para proteger su identidad y derechos humanos, claro está, la víctima es fotografiada, expuesta con nombre completo, edad, y ubicación geográfica de dónde vive, y la violencia narrada a detalle. En la fotografía de la víctima solo aparecerá rostro y genitales con un filtro “blur” o “fuera de foco”.

Me doy a entender que entre el hiperrealismo y la evidencia de nuestro entorno el valor de lo que significa está totalmente “des-vir-tua-do” (Desvirtuar: verbo transitivo. Hacer disminuir o perder la virtud o las características propias de una cosa).

Eso ha contribuido a la confusión y crisis de valores, la crisis sígnica, eso que ya no sabemos qué significa o qué representa a nivel axiológico.

De la balacera de ayer en Culiacán, Sinaloa, expertos hablarán de diferentes posturas, yo señalaré la importancia del entorno dentro de esta crisis sígnica.

Le invito a ver el siguiente video y los comentarios. Del muro de Facebook de “Voz del Pueblo Oficial”.

https://www.facebook.com/Vozdelpuebl0/videos/409821943282887/

Hay tanto por comentar de todos los signos a dar “valor” que interactúan en el video que es evidencia de lo que sucedió ayer. Me sorprende la joven con la naturalización que dice: “Pero hay balacera afuera y todo mundo salió corriendo”, tranquila toma video del lugar vacío, y su sonrisa con referencia a una silla de ruedas abandonada. El símbolo “silla de ruedas” que va unido a representar “discapacidad de caminar”, y la sumatoria de valores es una lógica simple que yo llamaría lógica popular, es que le provoca risa, y la joven pregunta sonriente “¿Qué pasó con está persona?”, después de señalar que todos salieron “corriendo”.

Su risa es contagiosa, su ingenuidad cuestionable.

Una silla de ruedas no “significa” que es igual a “paralítico”, éstas se usan para personas convalecientes, para personas de la tercera edad, o enfermedades que requieren recuperación en ella. Recordemos que la adrenalina quita el dolor y da fuerza. La adrenalina que sintió esa persona de la silla de ruedas en un tiroteo de la magnitud de ayer, me conduele. Claro, vivimos en la época donde todo es puesto en duda, desde los efectos especiales, hasta las mentiras legitimadas diarias, o las notas falsas donde México ocupa los primeros lugares en compartirlas.

En el sismo del 19S del 2017, me encontraba en un cuarto piso, para entonces tenía ambas rodillas operadas y usaba bastón. Ante una situación de emergencia “corrí” y logré bajar las escaleras de emergencia. Por supuesto fui considerada por mi bastón que era solo un pretexto para “chantajear”. ¡No!, la experiencia que construye el valor del significado (y esto no lo digo yo, lo dicen especialistas en el tema) se está perdiendo, ya no hay experiencia para construir valor, solo “placer”, un ejemplo es el placer de estar junto a alguien que te acompañe al cine, comer palomitas y “ver los efectos hiperrealistas” de balaceras, explosiones, muertos, gritos … comiendo palomitas, eso es una recompensa neurológica de placer ante lo que se está viendo. El cerebro recibe un estímulo de placer (lo que se come) ante una visión de violencia. Esto es normalizar la sensibilidad del espectador.

Si a usted le gustan los efectos especiales hiperrealistas, le invito a ver las noticias actuales en cualquier tipo de pantalla y disfrútelas, recuerde que el mexicano se ríe de la muerte.

P.D. Las palomitas se venden por separado.

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