Alyssa Carson era una niña y sus sueños ya eran espaciales. Con apenas tres años, estaba convencida de visitar las estrellas.
Hoy, 15 años después, es embajadora de Mars One, un proyecto lanzado en 2011 para colonizar Marte, el planeta rojo, y transmitir su estancia a la Tierra a través de un reality show en 2033.
Está muy cerca de cumplir sus sueños. Su determinación ha sido la clave. Desde los 11 años participaba activamente en los campamentos espaciales de Canadá y Turquía, organizados por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). De hecho, es la única persona que ha logrado terminar el programa Pasaporte de la NASA al estar en los 14 Centros de Visitantes del mismo organismo espacial.
Al cumplir 15 años, se convirtió en una aprendiz de astronauta, la más joven. Ya se graduó en la Academia Avanzada de PoSSUM y es fundadora de la Blueberry Foundation, en Estados Unidos, que otorga becas a chicos que buscan realizar estudios en el área espacial y desarrollarse profesionalmente, como ella.
Alyssa puede presumir que ha presenciado tres lanzamientos de transbordadores; en varias ocasiones ha asistido al Campamento Espacial de Alabama, operado por el Centro Espacial y de Cohetes de Estados Unidos de la Comisión de Exhibición de Ciencias del Espacio; y es conferencista en temas espaciales.
Reconoce y admira la incursión de Katherine Johnson, Dorothy y Mary Jackson. Ellas fueron su inspiración porque a principios de los años 60, las tres mujeres de origen afroamericano, fueron un factor clave para que Estados Unidos le ganara la carrera espacial a la entonces Unión Soviética, durante la Guerra Fría.
“Ellos son una inspiración para mí; recuerdo que Sandra Magnus, quien formó parte de la misión STS-119 que viajó en el transbordador Discovery en 2009, me dijo que fue a los 9 años cuando decidió su profesión, y eso me inspiró para cumplir mi propósito”, compartió Alyssa en una entrevista publicada en varios portales de noticias internacionales.
Sin embargo, Alyssa Carson sabe que es necesario impulsar una mayor participación del género femenino en este campo. “Definitivamente no hay tantas mujeres en la profesión del espacio y, aunque ahora hay astronautas hombres y mujeres, hay miles de trabajos en el que ellas se han ido involucrando, como ingeniería, pruebas de motor, etcétera”.
Y mientras impulsa a los nuevos talentos, ella sigue entusiasmada con Mars One, cuyo propósito es establecer una colonia en el segundo planeta más pequeño del Sistema Solar hacia el año 2033 y transmitir un programa de televisión con el día a día de todos los habitantes de la casa: peripecias, travesuras, aventuras y conflictos. Todo, desde el mítico planeta rojo.
El reto es enorme. Los científicos e investigadores Bas Lansdorp y Arno Wielders advierten que es necesario resolver los problemas para la salud de los seres humanos: la radiación, la ausencia de oxígeno y la gravedad son solo algunos de los obstáculos que debe sortear esta misión histórica, antes de pensar en un reality show.
Mientras tanto, ella persigue con decisión su sueño. “No sé qué es lo que diré cuando esté en órbita, porque será el momento en el que finalmente logre cumplir mi deseo, así que solo me sentiré feliz de estar ahí”, respondió ilusionada.
