El paisaje social de nuestros tiempos es sin duda uno de migrantes. Todos los días aparecen imágenes que dan testimonio del flujo de personas dejando su lugar de origen para buscar un nuevo horizonte donde vivir y desarrollarse. Históricamente la gente migra. Las razones han sido distintas: la búsqueda de mejores condiciones económicas y sociales, conflictos políticos y armados, desastres naturales y recientemente la violencia generalizada.
Y en la CDMX es ya común encontrar una cantidad importante de migrantes en su paso hacia Estados Unidos para lograr el sueño americano. Se estima que anualmente transitan por México alrededor de 450 mil personas provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras, Guatemala). Sin embargo, países de África, Asia y el Caribe también contribuyen de manera importante a los volúmenes migratorios irregulares en México.
La migración irregular es la más vulnerable a sufrir violaciones y/o abusos en sus derechos humanos. Es una población que recibe muy poca atención de las instituciones. A ella se dedica la asociación SMR Scalabrinianas, Misión con Migrantes y Refugiados que trabajan en Casa Mambré, un refugio que ofrece alojamiento seguro de mediana estancia (de tres a seis meses), tiempo en el cual se cubren las necesidades básicas de los migrantes, además de apoyo psicológico, jurídico y espiritual.
Azucena Palma quien colabora con ellas en el área de Sustentabilidad me cuenta: “El trabajo que hacemos en la organización es directo con la población migrante que está en tránsito por México. Que han sido víctimas de algún delito en México, que son solicitantes de la condición de protección internacional, y acompañamos a otras casas de migrantes y defensores de derechos humanos de migrantes, que por desarrollar esta labor se encuentran en riesgo”.
Este sábado 31 de agosto participaré en la elaboración de un Desayuno con causa a la que convocan. Y le pregunto: ¿Por qué este evento? “Los recursos con los que trabajamos provienen de la cooperación internacional. Sin embargo, el espacio requiere de muchas cosas (productos de higiene personal, alimentos) y mantenimiento que no puede ser financiado con esos recursos. Dada esa situación organizamos actividades con la ciudadanía para recaudar fondos. Ahora estamos en la organización de este Desayuno con causa, que se llevará a cabo este sábado 31 de agosto”. El costo es de $250. El teléfono para reservaciones es el 5548514028.