Cuentan las crónicas que los antiguos aztecas, una vez asentado su poderío y fuerza, decidieron revisar los códices que contaban su historia. Y como ya no les gustaba esa historia ahora que eran poderosos, decidieron quemar los códices y reescribir sus relatos de identidad. Y así es como los chichimecas de Aztlán se convirtieron en los mexica de México Tenochtitlan.
Imagino que todos los pueblos en cierto punto deciden revisar su pasado y reescribirlo. Es como el adulto que mira con rubor y cierta vergüenza las fotos de su adolescencia: la greña, los barros en la cara, la figura larguirucha, los dientes chuecos… Desde el poder se cuenta mejor el pasado y por eso se cambian las épicas doradas.
Traigo el tema a colación porque hoy se conmemoró el 60 aniversario de la edición de los libros de texto. Y desde luego esos textos son elogiados en la Cuarta Transformación como una de las herramientas útiles para educar a la población y para cimbrar la identidad nacional.
¿Quién no se sintió orgullosamente mexicano de niño al ver las imágenes de los libros de historia con la patria enarbolando la bandera nacional? Y leer esa historia, que luego se catalogó como “oficial”, para quedar con la convicción interior de ser parte de una nación de hechos únicos, de luchas sorprendentes, de tragedias horribles…
El nuevo gobierno seguramente escribirá una nueva épica nacional y por eso la conmemoración de esta semana resulta especial. Entre sus destacados miembros está Paco Ignacio Taibo II, quien escribió Patria. No he podido leerla aún, pero vi el documental inspirado en el libro y con el mismo Paco como narrador y protagonista a cámara. Elogia y enaltece a la generación liberal del Presidente Juárez a la que le tocó enfrentar las intervenciones militares de las potencias del momento. Y de fincar la idea clara de la Patria mexicana a partir del liberalismo de todos ellos.
Supongo que entre todas las inteligencias de la Cuarta Transformación se cuestionarán los relatos pasados para brindar una nueva versión de nosotros como país. Y sortearán los aniversarios próximos por venir: en este 2019 la llegada de los españoles a territorio continental mesoamericano y fundar Veracruz. Y en 2021 la caída de México – Tenochtitlan. ¿Cambiará el relato histórico que desde el liberalismo del siglo XIX se consolidó en México? ¿Cambiaremos la forma de ver la Conquista, a los españoles, a los mexicas, a los pueblos que apoyaron al conquistador? ¿Nos proyectará esa nueva visión a un mejor futuro? Apostemos porque si.