“-Llegando a la calle que da justo al Metro Mixcoac, me encontré con dos hombres de mediana estatura, recargados en un auto blanco, al verme se hicieron señas y se abalanzaron hacia mí”.
“-Intentaron asaltarme saliendo del metro Coyoacán, al no poder quitarme la mochila, intentó llevarme al coche donde estaban dos personas más”.
“-Vas a subir a la camioneta blanca, si alguien te dice algo, dices que es tu Uber”.
Estos son sólo algunos de los testimonios que han circulado en redes sociales durante las últimas semanas de casos presentados en las estaciones del Metro Taxqueña de la Línea 2; Coyoacán de la Línea 3; Martín Carrera de la Línea 4; Eduardo Molina de la Línea 5; Tacubaya de la Línea 7; Velódromo y Puebla de la Línea 9; Impulsora y Múzquiz de la línea B, y en el transbordo de las líneas 3 y 12 rumbo a la estación Universidad de la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo (STC-Metro).
En diversos países, incluido México, el transporte público es un ambiente hostil para las mujeres, una zona de alto riesgo porque son vulnerables a sufrir todo tipo de expresiones de violencia sexual: tocamientos, muestra y fricción de genitales, así como expresiones lascivas, entre otras agresiones.
Pero los testimonios indican que no se trata de agresiones comunes, sino del modus operandi de las bandas criminales dedicadas al tráfico de personas que buscan controlar un nuevo mercado.
Estas son las pistas a seguir: un hombre ubica a la víctima dentro de los vagones, la sigue y a la salida de la estación se le acerca y amenaza, para evitar que grite o pida ayuda. La idea es mantenerla bajo control y subirla al auto o camioneta en contra de su voluntad.
Es viable pensar que han seguido a la chica durante varios días para conocer su ruta y horarios, de otra manera cómo explicarse que ya hay un automóvil esperando afuera de la estación junto con otros hombres de apoyo.
Por fortuna, en todos los casos denunciados en las redes sociales, las jóvenes han logrado escapar gracias a la solidaridad de algún desconocido, una pareja de la tercera edad, una joven universitaria o un policía bancario, quienes igual de asustados que la víctima, han reaccionado para apoyarla.
Lo que resulta indignante es la ayuda que los delincuentes han conseguido de los representantes del Ministerio Público de la Ciudad de México, quienes se han negado a levantar las denuncias por intento de secuestro para clasificarlas sólo como robo. No es una omisión, sino la negligencia criminal de la autoridad que debe ser sancionada de manera ejemplar.
Le jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, descalificó en un primer momento la difusión de un “mapa” que circuló en redes sociales en el que se indicaban esas zonas de riesgo donde se presentaron esos casos. Incluso aseguró que no existía una sola denuncia ante Ministerio Público. De hecho así era, pero se debía a lo expresado líneas arribas: la tipificación era por el delito de robo simple. Luego tuvo que recular ante la ola de protestas en redes sociales.
Sheinbaum Pardo, acompañada de su Gabinete de Seguridad y Justicia, anunció el reforzamiento de acciones para brindar una mayor seguridad a las mujeres usuarias en ese medio de transporte, tanto en el interior como en el exterior de las estaciones.
Reiteró que el compromiso de parte de todas las autoridades capitalinas es que “esto no se va a tolerar, que no lo vamos a dejar pasar, que no va a haber impunidad y que la mejor manera de gobernar como mujer es protegiendo a las mujeres de la Ciudad de México”.
La funcionaria anunció una serie de medidas para enfrentar este problema:
- La Procuraduría General de Justicia (PGJ) colocará cinco oficinas móviles con mujeres Ministerio Público para que las víctimas se sientan con la confianza de acercarse a las autoridades y denunciar tema de violencia de género en el transporte público;
- Para generar una mayor información, la PGJ iniciará una revisión especial de las carpetas de investigación que se han abierto por delitos relacionados con la situación, pero que se levantaron por otros motivos, por ejemplo, robo en las inmediaciones del Metro a mujeres;
- Se reforzará la vigilancia en el interior y exterior de las estaciones del STC. Para ello, la SSC implementa un operativo especial de seguridad, en particular en donde se han presentado denuncias. Asimismo, el Metro informará este tipo de situaciones en el interior a la SSC mediante los elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI);
- También el STC Metro realiza trabajos para contar con una mayor iluminación al exterior de las estaciones;
- Autoridades capitalinas ponen a disposición de la ciudadanía el número 55-33-55-33 del Consejo Ciudadano que tiene comunicación directa con la PGJ, para que realicen denuncias, en particular por el tema de violencia de género;
- La Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), tendrá una reunión con las mujeres que han trabajado en los reportes en redes sociales, con el objetivo de identificar, analizar y recuperar la información, para compartirla con la PGJ; y
- El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), implementa una vigilancia especial de las cámaras de videovigilancia al exterior de las estaciones de STC y cuenta con un 95 por ciento de cobertura. Además, ya se trabaja para actualizar las cámaras del Metro y Metrobús, a fin de que puedan conectarse al C5.
Si Ernestina Godoy, procuradora General de Justicia de la Ciudad de México, está “muy enojada” por las “equivocaciones” en la clasificación del delito es irrelevante. La procuradora; el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta; la dIrectora del STC-Metro, Florencia Serranía, y la Secretaria de las Mujeres, Gabriela Rodríguez, están obligados a atender diligente, eficaz y rápidamente este tema, antes de que empecemos a contar testimonios de mujeres levantadas en el Metro.
