El más reciente caso de violencia sexual contra 37 niñas y niños en el jardín preescolar “Marcelino de Champagnat”, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, nos obliga a mirar en retrospectiva y en prospectiva. No se trata de un hecho aislado. Resulta urgente que las autoridades de la federación, como responsables del interés superior de las niñas, niños y adolescentes tomen cartas en el asunto e impidan su repetición.
Retrospectiva: la Red por los Derechos de la Infancia en México, REDIM, ha documentado hechos de similar gravedad: 33 niños y niñas fueron víctimas de siete trabajadores en la escuela “Andrés Oscoy Rodríguez” en la Alcaldía Iztapalapa; tres niños en el “Colegio Montessori Matatena”, Alcaldía Benito Juárez; un niño de cinco años, en el Jardín de Niños “Miguel Hernández”, Alcaldía Azcapotzalco; tres niños en el jardín “Luis González Obregón”, Alcaldía Gustavo A. Madero; una niña de cuatro años, en el “Colegio Decroly”, Alcaldía Cuauhtémoc.
La REDIM, con amplio reconocimiento nacional e internacional por su defensa de los derechos humanos de la niñez, subraya que la continuidad de agresiones sexuales en las instituciones educativas de nuestro país, muestran la omisión dolosa de las autoridades que incumplen con su deber de supervisar, proteger y garantizar el interés superior de la infancia.
Para mis críticos crípticos, quienes dicen que no le pongo sabor, me permito advertir, no es concurso de cocina… Y la violación a los derechos humanos es tan dolorosa que no hay lugar para competir en el certamen de “simpatía”, máxime cuando se trata de la niñez.
La Convención sobre los Derechos del Niño, en su Artículo 19 consagra el derecho de la infancia a la protección contra toda forma de violencia, y compromete a los Estados a adoptar medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para protegerles de la violencia y abuso.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, en el Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y las Niñas, señala que mil millones de niños y niñas sufren cada año alguna forma de violencia emocional, física o sexual y económica; y uno o una muere cada cinco minutos como resultado de la espiral violenta.
UNICEF México, señala que miles de niños, niñas y adolescentes mexicanos crecen en un contexto de violencia cotidiana que incluye violencia física, sexual, psicológica, discriminación y abandono y que inclusive pone en peligro su vida.
Prospectiva: lo ocurrido en la escuela preescolar “Marcelino de Champagnat” y en todos los casos citados por la REDIM, obligan a los legisladores a realizar cambios legales, estructurales y normativos para abatir el daño que sufren niñas y niños. No hacerlo permitirá que continúe la violación impune a los derechos humanos de este sector vulnerable de la población y tendrá consecuencias de un alto costo social.
Resulta de necesaria y urgente aprobación el establecimiento de procedimientos y protocolos de intervención para garantizar la seguridad de los niños y niñas en situación de riesgo.
Así como la selección, supervisión y controles de confianza del personal, que garanticen un perfil adecuado en las instituciones educativas; personal que debe ser capacitado en derechos de la infancia, prevención y detección de la violencia sexual, entre otros temas.
Dotar a las instituciones educativas con infraestructura adecuada con modelos de “escuelas transparentes” para evitar la violencia física y sexual.
Llama poderosamente la atención que ante la gravedad de la violencia sexual hacia la infancia en las instituciones educativas, aún hay quienes culpan a los padres y madres. Por lo que es necesario empoderar a las familias a través de órganos de contraloría ciudadana.
Los niños, las niñas y adolescentes en México son víctimas de diferentes formas de violencia, física, emocional, económica y sexual; enfrentan riesgos a su seguridad ante la indolencia de quienes están obligados a velar por el interés superior de la infancia.