Han pasado 30 años pero la imágenes de las horas previas al acontecimiento las tengo claras. En uno de los estudios de Televisa Chapultepec Verónica Castro transmitía su Mala noche no, programa nocturno de gran éxito. La Vero terminaba su emisión y en un estudio alterno, a la las 6 de la mañana Jacobo Zabludovsky inauguraba la primera transmisión del Sistema de Noticias ECO.
ECO era pionero en el mundo de habla hispana por ser el primer canal de noticias las 24 horas del día, los 365 días del año, con presencia en Estados Unidos, Canadá, América Latina y Europa y que había surgido por el instinto de Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, presidente de Televisa. ¿Si había uno así exitoso en inglés, porqué no en español? Los meses previos a la preparación de ECO fue ver recorrer por los pasillos a camarógrafos, reporteros, conductores de noticias; algunas figuras ya conocidas de la televisión como Lolita Ayala, Talina Fernández y Paco Stanley, pero también a decenas de personas que estábamos por iniciar nuestro recorrido por el fascinante y siempre impredecible mundo de la televisión…. y del periodismo.
ECO democratizó la pantalla. Se dio oportunidad a muchos hombres, pero también a muchas mujeres que rompieron los estereotipos reservados para ellas en la televisión de entonces. Las escasas que había en los noticieros eran mujeres blancas, de preferencia de ojos claros y de una belleza casi perfecta. La necesidad de llenar ese monstruo de noticias todo el día, permitió que de las redacciones se saltara al reporteo o a la conducción de noticias. A partir de ECO, las transmisiones vía satélite se hicieron de lo más común. Era posible contactar y entrevistar a todo tipo de figuras de la política, deportes y espectáculos. Se abrieron corresponsalías en todo el mundo. Acontecimientos de todo tipo tenían asegurada prácticamente la cobertura noticiosa.
Veinticuatro horas de noticias permitían a muchas personas tener algún tipo de participación en la elaboración de noticias. Para quiénes estábamos en segmentos que se transmitían durante la madrugada tiempo de México, era gratificante escuchar decir a algún amigo que llegaba de Europa “te vi en Madrid”. Ya con eso el sacrificio de haber invertido el reloj biológico valía la pena.
Estar en un sistema de noticias de ese calibre permitió conocer los entresijos de los noticieros en televisión tal y como los gringos con su CNN.
En ECO se cimentaron excelentes comunicadores, reporteros, redactores, camarógrafos y técnicos. Tras la muerte del Tigre Azcárraga ECO llegó a su fin, tras casi 13 años de transmisiones ininterrumpidas. Costaba mucho dinero a la empresa que estaba en esos momentos en reestructuración financiera.
El 1 de septiembre de 1988 ECO arrancó transmisiones. Treinta años después excompañeros de esas batallas televisivas expresaron en redes sociales su nostalgia por aquellos años intensos y maravillosos. Para quienes compartimos la pasión por este oficio siempre es muy gratificante ver el inicio de un proyecto periodístico de esas magnitudes pero muy lamentable ver el fin. La nostalgia embarga porque como nunca los medios de comunicación atraviesan por su momento quizá más complejo. ¿Cómo lidiar con la irrupción y disrupción de las redes sociales? ¿Cómo enfrentar los cada vez menos suscriptores y anunciantes? ¿Cómo captar al público cada vez más disperso entre tanta tecnología y distractores? ¿Cómo responder de inmediato a las fake news que se convierten en segundos en bola de fuego que contagia a todos? Ahora agréguele la disminución de la publicidad gubernamental. Al recuerdo de ECO se suman las voces de colegas que en los últimos días han perdido su empleo. El periodismo es, como diría García Márquez, el oficio más bello del mundo…. y el más frágil y siempre por lo más frágil se quiebra.