lunes 06 mayo, 2024
Mujer es Más –
COLUMNAS HANNIA NOVELL

«EL RING DE LOS DEBATES»: #AltoALAViolenciaPolítica

Con amenazas, chantajes y a veces hasta a punta de pistola, mujeres han sido obligadas a bajarse de alguna candidatura para quitarles los recursos que les corresponden como financiamiento de sus campañas e impedir así que entren en funciones.

A eso se han enfrentado políticas durante el actual proceso electoral que está en vías de convertirse en el más violeto de la historia reciente del país.

Si bien la violencia política es generalizada, lo preocupante es que en muchos casos está focalizada en ellas y que esta violencia ha terminado, en varios casos, con sus vidas. Así, de los 115 políticos que han sido asesinados desde septiembre de 2017 a la fecha, 43 eran candidatos o precandidatos que se postulaban para ocupar algún cargo de elección popular.

Y si estas cifras son ya preocupantes, lo es más que 19 casos corresponden a mujeres, según datos de la consultora Etellekt.

Para hacer frente a este fenómeno surgió el movimiento #AltoALAViolenciaPolítica. Enarbolando este concepto, organizaciones civiles, académicas y políticas, así como autoridades del INE, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade)-, se movilizaron la tarde del pasado jueves 14 de junio en diversas ciudades del país para exigir a los gobiernos detener este fenómeno.

De acuerdo con la senadora ciudadana Martha Tagle, esta violencia política de género se debe a la “resistencia” de ciertos sectores misóginos que buscan a toda costa impedir que las mujeres lleguen a la toma de decisiones públicas.

Y destaca que los casos se han incrementado a raíz de que ha sido reconocido a nivel constitucional el derecho a la paridad de género en la política. “Hemos visto cómo quienes detentan el poder, han resistido con todo para que las mujeres accedamos a los espacios de toma de decisiones. Y esta violencia ha alcanzado niveles inaceptables”, denunció.

“Hay otros asesinatos de políticos que también hay que repudiar pero en el caso particular de mujeres está dado por su condición de género y necesitamos levantar la voz”, sentenció la candidata a diputada federal por Movimiento Ciudadano.

Algo que se debe destacar es la saña con la que se han cometido estos crímenes contra políticas que han sido “bajadas” de la contienda a costa de su vida. Aquí los ejemplos más recientes.

Rosely Danilú Magaña, candidata del PRI a Regidora de Isla Mujeres, Quintana Roo, falleció la noche del lunes 11 de julio luego de permanecer hospitalizada dos días, a consecuencia del ataque a balazos que sufrió el pasado 9 de este mes durante una reunión de trabajo en su domicilio.

La regidora con licencia del ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, Pamela Terán, quien era candidata a concejal por el Revolucionario Institucional, fue asesinada la madrugada del 2 de junio, junto con otras dos personas, una de ellas, la fotógrafa María del Sol Cruz Jarquín, hija de la periodista Soledad Jarquín. Los tres estaban en una camioneta luego de salir de un restaurante. También fueron ultimados a tiros.

Ese mismo día, un comando armado mató a Juana Iraís Maldonado, abanderada del PVEM a una diputación local por Puebla. Con ella estaba Érika Cázares, regidora de Salud del municipio de Juan Galindo. Ambas viajaban en un auto compacto cuando fueron atacadas a tiros.

No sólo han sido asesinadas candidatas. En un mensaje velado en su contra, también han sido victimados sus colaboradores. Paula Gutiérrez Morales, promotora del PRI en Chilapa, Guerrero, fue asesinada a tiros el 29 de mayo cuando viajaba en una unidad de transporte público. Se podría suponer que fue víctima de un asalto, pero la mataron de siete balazos.

María Félix Fajardo, activista que promovía el voto en favor del candidato a la gubernatura de Morelos por la coalición “Juntos haremos historia”, Cuauhtémoc Blanco, fue asesinada la tarde del lunes 28 de mayo mientras esperaba la reparación de una llanta de su auto en una vulcanizadora del municipio de Jiutepec.

Dos sujetos que viajaban en una motocicleta irrumpieron en el negocio y dispararon contra Fajardo Cardoso y Anahí Carbajal Cortés, quien la acompañaba. Ésta última quedó malherida ya que perdió un ojo, parte de la mandíbula, por recibir otros dos disparos en la cabeza.

De ser cierto el señalamiento de Martha Tagle de que estos ataques buscan inhibir la participación política de las mujeres en México, nos enfrentamos a un escenario escalofriante. Urge a las autoridades tomar cartas en el asunto y frenar esta ola de sangre. No se nos puede impedir acceder a la toma de decisiones a punta de pistola. Debemos, como sociedad, poner un #AltoALaViolenciaPolítica.

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