Editor / Marco Antonio Sánchez Flores, el estudiante que había estado desaparecido desde el pasado 23 de enero, fue encontrado en el municipio de Melchor Ocampo, Estado de México, informó Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Hagamos una recapitulación, el estudiante de 17 años fue detenido, presuntamente por robar un celular, por policías capitalinos cerca de las inmediaciones del Metrobús Rosario, cuando tomaba una fotografía a un mural, de acuerdo con el testimonio de su amigo Rodrigo, lo golpearon y se lo llevaron en una patrulla, esto pasó el 23 de enero del presente año.
Desde ese momento, la familia de Marco Antonio lo estuvo buscando en distintas agencias del Ministerio Público pero sin tener suerte, y a pesar de la insistencia de sus padres, no pudieron levantar la denuncia, debido a que no habían pasado 48 horas de su desaparición, además de que no se podía comprobar la versión de su amigo respecto a la detención, así que se comunicaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) interpusieron una queja de los hechos, hasta ese instante fueron los únicos que los apoyaron.
El 25 de enero su caso e imágenes comenzaron a difundirse, la desaparición de Sánchez Flores estaba en todos los medios y redes sociales, exigían justicia y su aparición, hasta la UNAM demandó una investigación exhaustiva de los hechos y por supuesto el rechazo por la detención arbitraria del alumno universitario.
¿Qué pasó después? Pues ante la presión mediática y social, las autoridades dieron la cara, los primeros fueron José Gil García, subsecretario de información e inteligencia policial, y Agustín González Guerrero, director general de Asuntos Internos, confirmaron que el estudiante sí fue detenido por policías, quienes declararon que calles adelante lo dejaron en libertad a petición de una persona, la cual no fue identificada.
Autoridades de la corporación señalaron la participación de cuatro elementos en la detención del joven de 17 años; sin embargo, dos permanecen bajo arresto por la desaparición.
También revelaron que los cuatro policías implicados en la detención del joven fueron identificados como Ubel Mora Gallardo, Ricardo de la Rosa Guzmán, Ricardo Trejo Juárez y Martín Jesús González Martínez, del Sector Hormiga Azcapotzalco.
La Policía entregó a la Procuraduría los sistemas GPS de la patrulla involucrada, material audiovisual, grabaciones de radio que corresponden a la frecuencia del Sector Hormiga en el periodo en que ocurrieron los hechos, bitácoras y fatigas de servicio de dichos elementos.
Después, la Procuraduría de Tlalnepantla, detalló que la tarde del sábado policías estatales aprehendieron al joven, que se encontraba en un puente peatonal, considerando que tenía intenciones de suicidarse.
Los policías lo detuvieron y lo presentaron ante el juez cívico, y estuvo durante una hora en el lugar. Pero el joven ni siquiera dio su nombre, y se veía confundido.
Al no encontrar ningún elemento sobre la presunción de un delito, fue liberado cerca de las 23:45 horas del sábado 27. Así es, el juez cívico dejó en libertad a un menor de edad casi a la medianoche, sin comunicarse con su familia y habiendo un reporte de desaparición.
Ante tantas irregularidades, el gobierno capitalino no le quedó de otra que desplegar un operativo en conjunto con el Estado de México para dar con el estudiante de la UNAM, y por si fuera poco el secretario de Seguridad
Pública capitalina afirmó que no hubo ninguna desaparición forzada.
Minutos más tarde, Mancera dio a conocer que Marco había sido localizado en el municipio de Melchor Ocampo, Estado de México, y su familia estaba en camino para reconocerlo.
Una vez más el abuso de poder por parte de servidores públicos que se supone deben salvaguardar nuestra seguridad ponen en evidencia que no están para eso. Que las autoridades pueden hacer y deshacer de las leyes, que lo último que interesa para ellos somos nosotros.
