Detrás de la candidata de MORENA al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, está un personaje oscuro que, de ganar la gubernatura, sería quien verdaderamente movería los hilos de la muñeca que en campaña pide votar por la esperanza del cambio.
Se trata del presidente municipal de Texcoco, Higinio Martínez Miranda, conocido en ese municipio como el “cacique”, dueño y señor que pone, impone y se pone para seguir ostentando el poder y la riqueza.
A Delfina Gómez la conocí como presidenta de Texcoco cuando mi activismo por los animales me llevó a pedirle una entrevista con el objetivo de erradicar el método de electrocución que por décadas implementaban para, según las autoridades, controlar la sobrepoblación canina y felina. Me recibió, recuerdo, un lunes a medio día en su oficina del ayuntamiento donde meses atrás despachaba Martínez Miranda.
La maestra había ganado la presidencia municipal por el Partido Movimiento Ciudadano mientras que el “cacique” lograba con las mismas siglas llegar al Congreso local. Higinio Martínez impuso a Delfina Gómez sabiendo que le permitiría seguir gobernando a sus espaldas y mantener el poder, las relaciones y el presupuesto.
Ustedes, estimados lectores, se preguntarán cómo es que aseguro que el actual alcalde de Texcoco, pero ahora por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional –MORENA-, gobernaba durante la gestión de Delfina Gómez: por experiencia propia.
Durante mi encuentro con la maestra, salió a relucir el nombre de Higinio Martínez varias veces. Lo justificó en las matanzas de animales aduciendo que por ser un municipio grande e importante les enviaban de otras jurisdicciones infinidad de perros y gatos que morían electrocutados en los antirrábicos.
Le expliqué que como gobernante podría implementar políticas públicas para controlar la sobrepoblación y ayudar a las decenas de protectoras que veían con impotencia morir en agonía a los animales. Higinio Martínez, le dije, ya no es el presidente de Texcoco por lo que “usted puede ordenar el método de sacrificio”. Es más, le propuse coadyuvar en dichos programas en beneficio de estos seres vivos. Delfina sonrió sin comprometerse, ya que, mencionó, “lo consultaría con sus funcionarios”.
Me retiré decepcionada. Me di cuenta que la hoy candidata a la gubernatura del Estado de México por MORENA no tenía carácter ni decisión para cambiarle la vida a los animales callejeros. Regresé a la Ciudad de México con un sentimiento de frustración y dolor, imaginando que más perros y gatos morirían electrocutados.
Intuía que Delfina no haría nada y busqué vía telefónica al “cacique”, que en ese entonces era diputado local, para pedirle que presentara una iniciativa de Ley de Protección y Bienestar Animal ante el Congreso mexiquense.
Le conté de mi encuentro con la maestra y de que no había logrado gran cosa al sugerirle la implementación de políticas públicas animalistas, al tiempo de reprocharle que como presidente municipal hubiera mantenido la electrocución. Corto en palabras me dijo: “¿A dónde tengo que enviar a Delfina?” para que vea ese asunto. Su respuesta no me sorprendió. No había duda que Higinio Martínez mandaba en Texcoco.
Respondí que buscaría al secretario de Salud del entonces GDF, Armando Ahued, para concertar una cita entre él y Delfina Gómez a fin de que le contara de las acciones emprendidas en los antirrábicos de la Ciudad de México. Así lo hice y obtuve la promesa de una reunión que jamás se concretó: nunca volvieron a atenderme Higinio Martínez ni Delfina Gómez.
Sé por voz de diversas protectoras de Texcoco que después de mi visita a ese municipio ejercieron mayor presión sobre la maestra y ahora ya no se electrocutan animales. Lo que ignoro es quién de los dos candidatos al gobierno del Estado de México por MORENA, Higinio Martínez o Delfina Gómez, accedió a cambiar el método de sacrificio: lo más seguro es que fue el “cacique” que hoy vuelve a despachar en el ayuntamiento.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la escuela “Carlos Septién García”. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y actualmente Diputada Constituyente externa por el PRD.
