Karen y Guadalupe son dos mujeres que saben atender emergencias como incendios y accidentes, pero además han sabido superar problemas como la violencia de un hombre o educar a una hija a pesar de tener un empleo con un horario de 24 horas por 24.
Ellas son mujeres bomberos.
Karen explica el machismo al que se enfrentó al ingresar al Cuerpo de Bomberos en Veracruz; asimismo, su propia familia rechazó su decisión de dedicarse a un oficio “de hombres”. Pese a la difícil misión de ser mamá y bombero, tiene una importante satisfacción: una hija que está interesada en seguir sus pasos.
Guadalupe rompe en llanto al recordar la forma en que superó la violencia por parte de su primera pareja, y regala un mensaje a las mujeres: “Una necesita agarrar fuerza interna y ser feliz, porque a eso venimos”.