¿Quién no ha jugado una cascarita y termina enojado con alguno de sus rivales? ¿Quién no le ha reclamado fuertemente a un árbitro cuando se juega al futbol?
Parece ser una tradición en el mundo el culpar a los silbantes del balompié mundial.
En nuestro país nos quejamos muchísimo de los pésimos arbitrajes, que en muchas ocasiones influyen en el marcador de un juego. Y eso no solo pasa en México, pasa en todas partes.
Por eso es importante que el uso de la repetición en video llegue para revisar jugadas dudosas, en donde los árbitros tienen una fracción de segundo para decidir qué marcar.
Sin duda es un trabajo sumamente complejo, aunque para eso se preparan, pero es obvio que tendrán errores.
En las últimas semanas, hemos visto una Liga MX con entradas muy fuertes por parte de algunos futbolistas, provocando serias lesiones. ¿De quién es la culpa? ¿De la Liga? ¿La Femexfut? ¿Los jugadores? ¿Los clubes? ¿Los árbitros?
Sumado a esto, lo ocurrido en Veracruz, en donde se desató la violencia en el estadio Luis “Pirata” Fuente, la Comisión Disciplinaria solo vetó por un juego dicho inmueble, una sanción ridícula, ya que no va en función de los que hacen grande a este deporte: los aficionados.
Para mí, la Liga, Federación y jugadores se llevan la mayor parte de culpa; los dos primeros porque sus sanciones son irrisorias, ya que claramente no quieren poner mano dura ante los equipos, a quienes parecen tenerles miedo. Si esto continúa, las consecuencias pueden ser muy graves, al grado de que un futbolista pueda perder su carrera por una lesión, o incluso fatal, por algún fallecido en las tribunas de los estadios.
Los jugadores no se cansan de fingir faltas, en una falla total al llamado “Juego Limpio”; además, muchos se encargan de dar patadas por todos lados, sabiendo que no los van a sancionar con firmeza y a lo mucho se perderán dos, tres o seis partidos.
Es momento de que el futbol mexicano analice muy bien las decisiones que tomará para el futuro cercano, decisiones que serán las que hagan que nuestro deporte nacional siga creciendo o se estanque y sea simplemente una mina de oro, en donde lo único que importa es la cantidad de dinero que se llevan a las bolsas y no el desarrollo integral de jugadores, técnicos, árbitros y clubes.
Jorge Rubio es periodista deportivo y Director de Deportes TV Educativa.