El ingeniero Cárdenas encabeza un nuevo proyecto político.
A tres años de haber renunciado como militante y creador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas resurge como el Ave Fénix para salvar, al lado de grandes personajes de la vida política de México, como Porfirio Muñoz Ledo y Alejandro Encinas, a un país que se convulsiona entre las amenazas de intervencionismo del gobierno de Donald Trump, del empoderamiento del crimen organizado, de la corrupción de los gobernantes de varios estados y de falsos profetas, haciendo un llamado a construir una mayoría social que podría generar, si crece, otra candidatura a la Presidencia de la República para el 2018.
Políticamente, como verán, no estaba muerto. Cárdenas es viejo lobo de mar y supo esperar el momento indicado para levantar de nuevo el vuelo y ponerse, otra vez, como líder de un movimiento social que busca darle oxígeno a un país enfermo, casi agonizante. Por México Hoy, nombre que lleva este movimiento, ya trabaja a paso firme y rápido los lineamientos generales de un proyecto de nuevo país, diferente.
El surgimiento de esta agrupación que aglutina personajes de la vida política, económica, académica, social, cultural, artística y periodística, tiene una lectura muy interesante para los millones de mexicanos y mexicanas que observamos cómo nuestro país sucumbe ante el narcotráfico, la corrupción, la ambición por el poder, el entreguismo de nuestros recursos naturales y la mediocridad de quienes nos han gobernado.
Por otra parte, Por México Hoy resulta preocupante para quienes en este momento no sólo aspiran a dirigir el destino de nuestra lastimada nación, sino ya andan en campaña ofreciendo lo que no van a cumplir: hacer de México un país libre de corrupción, de miedo y de pobreza extrema. El nacimiento de esta asociación de destacadas personas no es casualidad, ni tampoco se da por el arribo de un loco al gobierno de Estados Unidos; surge porque no nos sentimos representados por ningún partido político.
Cárdenas, Muñoz Ledo y Encinas Rodríguez, principales promotores de esta agrupación político-social, tienen, si no se equivocan, la gran oportunidad de quitarle México a los poderes fácticos para devolvérselo a los ciudadanos como una nación fuerte, sana, productiva, democrática y, sobre todo, garante de la lucha contra la desigualdad y la pobreza extrema en la que están hundidos millones de mexicanos.
No más gobiernos neoliberales entreguistas y excluyentes, pero tampoco populistas o de “iluminados”. Tampoco de ultra derecha que no han funcionado. No queremos gobernantes que nos obliguen a ponernos de “rodillas” o a seguir siendo el “patio trasero” de un país que ha humillado a nuestros connacionales, que los ha matado cuando van en busca de un mejor porvenir porque aquí no encuentran la oportunidad de un empleo digno.
Cuauhtémoc Cárdenas, quien en 1987 construyó el partido de izquierda que en ese entonces necesitaba el país para democratizar la elección del candidato presidencial emanado siempre de las filas del PRI, reconoce el desastre interno por el que estamos atravesando y que se agrava con la política agresiva de Trump.
La unidad sólo la podemos entender en torno a objetivos concretos, defender y promover los intereses de México y de los mexicanos, que cualquier embate del exterior encuentre no un México abatido como el actual, sino uno fuerte y vital, advierte el líder moral del perredismo en esta nueva faceta de su vida política.
Y, para que lo entiendan bien quienes quieren gobernar a nuestro país, Cárdenas llama a la unidad pero sin jefes, jerarquías ni candidatos.
“El 2018 está a la vista; formulemos un programa común, agrupémonos en torno a él y si efectivamente, con objetividad, construimos una mayoría, veamos quiénes pueden encabezarla y quiénes pueden, en el momento oportuno, formar las candidaturas que formalicen el cambio”.
En pocas palabras, ni Margarita Zavala, ni Miguel Ángel Osorio Chong, Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Mancera o Andrés Manuel López Obrador tienen la fuerza para salvar a México del desastre en que se encuentra.
Por México Hoy, sin embargo, también afronta el riesgo de colapsarse si no le cierra la puerta al arribismo y oportunismo de líderes que han hecho de la política su “modus vivendi”, como es el presidente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, de la presidenta del PRD, Alejandra Barrales, o del senador Miguel Barbosa.
El derecho de admisión debe ejercerse con energía por el bien de este movimiento y principalmente por México y sus más de 119 millones de habitantes.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la escuela “Carlos Septién García”. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y actualmente Diputada Constituyente externa por el PRD.