Ivonne Ortega, militante del PRI y formal aspirante a la candidatura presidencial de 2018, revela que es dura consigo misma y no nació para fracasar. Antes que política, confiesa que tuvo una mentalidad de empresaria.
“Empecé con una marrana que costó 760 pesos, tuve que ahorrar 10 pesos por 76 días, que no fueron diarios… tuve una marrana, dos, tres, cinco… fue creciendo la granjita; luego una tienda de abarrotes, una carnicería, panadería, vendí Mary Kay, logrando una mesa de mercado”, fue así que incursionó en la política.
Expresa que no se casó para divorciarse, sino para toda la vida, pero las condiciones la llevaron a tomar la decisión de separarse de su pareja cuando era gobernadora. Asegura que que cada mujer decide estar empoderada.
Comenta que le encantaría participar en un proceso electoral donde hubiera varias mujeres, porque “va a cambiar la política, las mujeres no se van a prestar a la guerra sucia”.