Trump tomará el viernes el cargo de presidente del país “más poderoso” del mundo.
No hay plazo que no se cumpla. Este viernes asume la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump. Desde que inició toda esta pesadilla para México; es decir, desde el año 2016, se han dado avalanchas de declaraciones de su parte hacia nuestro país.
Es muy tarde para evaluar si actuamos o no al nivel del problema. Eso es estéril, sobre todo cuando ya hay elementos muy puntuales que nos indican que lo que prometió, lo cumplirá. Ya se ha reunido con ingenieros y especialistas militares para hacer realidad la construcción del muro. Y su presión política hacia las empresas norteamericanas y japonesas que tenían planes de instalarse a México, fue efectiva, lo que nos da la pauta de pensar que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) será prioridad de los primeros 100 días de su mandato. En este terreno que parece ser el más preocupante para nuestra élite económica y política, técnicamente lo peor que nos puede pasar es que el mecanismo se derogue y sea remplazado por lo que indica en materia de aranceles la Organización Mundial del Comercio (OMC) que, de acuerdo a lo que los Estados Unidos aceptaron, el arancel promedio es de 2.8% sobre el valor de la factura de los productos que ingresen a ese país. No podemos confiarnos con esto debido a que además de ello, el equipo de Trump puede imponer barreras no arancelarias o compensatorias por concepto de comercio desleal, que es precisamente de lo que acusa a México.
Debemos de estar preparados para todo. ¿Qué hacer?
En el terreno comercial, además del reforzamiento de los equipos de negociación, se debe de realizar trabajo de lobby en los organismos internacionales que de alguna manera están relacionados con los temas comerciales internacionales, como la propia OMC.
Otras acciones pueden ser la de llevar la queja de incumplimiento de lo pactado en el TLCAN a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), o bien, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos3 (OCDE), donde su director es Mexicano. José Ángel Gurría, quien estuvo recientemente en México, puede ayudar a generar esa presión que se necesita para disuadir a la nueva administración de Trump, para no actuar de manera unilateral e irresponsable.
El tema de la diversificación de nuestras relaciones comerciales con el exterior, a través de los 12 Tratados de Libre Comercio (TLC) con 46 países, es algo inaplazable.
En el terreno migratorio, además de reforzar los talentos diplomáticos expertos en Norteamérica (como ya lo hizo el presidente) y con interlocución política, se debe de generar una estrategia común con los líderes comunitarios de origen mexicano en los Estados Unidos. Además de ello, una campaña de comunicación positiva en los Estados Unidos ayudaría a cambiar la imagen negativa de los mexicanos con la que lucró Trump durante este último año.
Otra acción es incrementar la interlocución con organismos internacionales tales como la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y en el seno de Naciones Unidas, haciendo realidad las declaraciones del cuerpo diplomático mexicano que la semana pasada se reunió con el Presidente Enrique Peña y algunos secretarios en el marco de la Reunión con Embajadores y Cónsules (REC 2017), así como nuestro representante ante Naciones Unidas que participó en el Foro que organizó el Senado de la República, en torno a la prioridades de México en materia del multilateralismo. Lo anterior, acompañado de un programa de acción y atención humanitaria en la frontera norte por la posible repatriación de miles o millones de mexicanos; tendría que ser una realidad.
Si bien es cierto que existe mucha incertidumbre en todo esto, México deberá de generar una estrategia pragmática después del 20 de enero, capaz de neutralizar los efectos de la política (negativa) de nuestro vecino del norte. Esperemos que la experiencia, imaginación y quizá la suerte de nuestros representantes ayude a ello.
Doctor Adolfo Laborde, Analista Internacional.