Dos posibles aspirantes a la Presidencia dejarán entidades con importantes retos.
Los estados Morelos y de México son de los más violentos del país.
La entidad gobernada por el priísta Eruviel Ávila tiene altísimos índices en delitos como violación (574), lesiones (10 mil 133), secuestro (69) y extorsión (360).
Morelos, que gobierna el perredista Graco Ramírez, tiene 162 casos de homicidio, 88 de violación, 295 casos de robo de auto, 178 de robo a casa y 170 de robo a negocio.
Los datos son de noviembre de 2016 del Semáforo Delictivo (semáforo.com.mx)
En Morelos, el gobernador Ramírez tiene un conflicto desde hace un año con el presidente municipal de Cuernavaca –la capital de la entidad– Cuauhtémoc Blanco. Por todos los medios a su disposición ha intentado sacarlo del palacio municipal y a la fecha no ha logrado su objetivo.
Primero fue el conflicto por el Mando Único, el que Blanco no aceptó, y el último golpe en contra del edil fue tratando de revocar su triunfo en las urnas por no haber acreditado su residencia en Morelos. La Suprema Corte le dio a Blanco una suspensión a las intenciones del Congreso local, por medio de un tribunal, para derrocarlo.
El conflicto político de Morelos trasciende a la entidad pues uno de los operadores del gobernador es su hijastro que al mismo tiempo es presidente del PRD estatal.
Graco ha dicho que quiere ser presidente de México, pero la inestabilidad política, aunada a su realidad en el tema de inseguridad (de la cual hablaremos en otro espacio) nos demuestra que en esas condiciones el señor gobernador de Morelos no tiene la más mínima oportunidad de competir.
Mientras, en el estado de México, en donde gobierna el doctor en Derecho Eruviel Ávila, se siente cada vez más desbordada la delincuencia. En tierra mexiquense priva la inseguridad, principalmente para las mujeres. Es la entidad con más feminicidios. Y aunque hay alerta de género, los crímenes de odio no paran.
No sólo eso, la efervescencia política está desatada en su partido. Y eso sucede mientras el gobernador y sus operadores intentan bloquear una alianza entre el PAN y el PRD rumbo a la elección de junio de 2017.
Los aspirantes priístas a suceder a Ávila no hacen caso de la disciplina del tricolor y sólo esperan que el fiel de la balanza, el ex gobernador y hoy presidente de México Enrique Peña, decante por alguno de sus parientes o un personaje cercano al linaje de quienes han mantenido el poder desde hace más de 80 años.
Al gobernador mexiquense se le complica la sucesión pues el estallido del principal mercado de pirotecnia de la entidad dejó en claro que las instancias que deben regular el manejo de sustancias peligrosas, más allá de la intervención federal, falló. ¿Cuándo fue la última revisión que protección civil estatal estuvo en Tultepec para revisar la compra-venta de pirotecnia? La respuesta está a la vista.
¿Ustedes, en estas circunstancias votarían por Graco o Eruviel?
