En México el matrimonio infantil es una práctica común.
Miles de niñas, cada año, contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años solapadas por la Iglesia, los usos y las costumbres, la familia y las legislaciones civiles.
Se trata de más de 120 mil niñas que sin haber alcanzado la mayoría de edad, adquieren la responsabilidad de formar una familia, lo que trae como consecuencia que la mayoría abandone sus estudios y se enfrente, con toda seguridad, a una maternidad temprana.
De acuerdo con el Derecho Canónigo, la edad para casarse es de 16 años para los varones y 14 para las niñas, aunque las Conferencias Episcopales pueden establecer una edad superior, pero sólo impide el matrimonio antes de esas edades y entre los 16 y 18 años se requiere un Acta de Emancipación que otorga la diócesis del lugar.
La Conferencia del Episcopado Mexicano determinó subir la edad de 18 años para el hombre y 16 para la mujer, en 1984.
En la zona de Los Altos de Chiapas, el padre Joel Padrón, señala que los matrimonios infantiles y matrimonios arreglados van a la baja.
“En algunas comunidades es tradición el contrato matrimonial hecho por los papás y frecuentemente es a iniciativa del papá del joven, con el fin de fortalecer los lazos entre las familias y la unidad comunitaria”, señala.
Explica que, en los matrimonios arreglados en las zonas indígenas, rara vez la opinión de las niñas es tomada en cuenta y por lo general son los padres quienes hacen los acuerdos.
El Vicario Judicial de la Diócesis de Saltillo, Mario Alberto Cruz Méndez, señala que la Iglesia se tiene que ajustar a los ordenamientos internacionales de derechos humanos y a los esfuerzos del Estado Mexicano por tutelar los derechos de la niñez a través de las normas civiles.
“No solamente en el ámbito administrativo, sino la ley civil es muy clara que el criterio fundamental que ha motivado al cambio a la edad, no es por capricho, sino porque es un derecho que se está tutelando, que exige la protección de la vida, salud, todos los derechos que el niño tiene”, expresa.
En Guerrero, las Iglesias siguen el ordenamiento del CEM, la edad mínima del hombre para contraer nupcias es de 18 años, y para la mujer 16.
El sacerdote de la Iglesia de San Mateo, en Chilpancingo, Jorge Amando Vázquez, reconoce que, igual que un niño de seis meses no está preparado para caminar, el cuerpo de una niña de 12 a 14 años, no está preparado para las responsabilidades del matrimonio a temprana edad, lo que les causa finalmente frustración, enojo y sentimientos de fracaso. No obstante, señala, en Guerrero los usos y las costumbres, en zonas como la Sierra y la Montaña, los matrimonios de jovencitas e incluso niñas, sigue siendo una realidad.
Por su parte, Alejandro Solalinde, sacerdote católico, señala que si se efectuara una boda religiosa entre menores de 18 años es motivo de nulidad de este sacramento.
Solalinde sostiene que antes de los 18 años, las niñas y los niños no tienen la madurez suficiente para tomar una decisión de esa naturaleza, significaría un desastre o un fracaso para ellas y para ellos.
“Si se casa a las y los niños se les interrumpe su proceso de maduración, de individualización, cada uno tiene que ensayar en la adolescencia su propio espacio, su definición sexual, su sociabilización con el medio, el hacerse responsables y autónomos, de lo contrario seguirán siendo niños y niñas casadas”, señaló.
Solalinde, reconocido como defensor de los Derechos Humanos de los migrantes, opina que si algunos sacerdotes validan este tipo de matrimonios están incumpliendo las leyes canónicas.
En México el matrimonio infantil es una práctica común.
Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014, en 23 de las 32 entidades al menos una de cada cinco mujeres entra en unión conyugal antes de cumplir 18 años de edad.
Este fenómeno no es exclusivo de zonas rurales o poblaciones indígenas, pero está asociado a condiciones económicas y educativas.
Para ONU Mujeres México, el matrimonio infantil es un fenómeno predominantemente femenino resultado de una clara diferenciación de género.
En el ámbito nacional, el 30 de abril de 2015 la Cámara de Diputados aprobó reformas al Código Civil Federal, que instituyen la edad de 18 años como mínima para contraer matrimonio en México tanto en varones como en mujeres.
En 22 entidades los Códigos Civiles no establecen una edad mínima de 18 años para contraer matrimonio o bien, permiten dispensas para que las y los menores de edad puedan unirse con el consentimiento de padres o tutores.
Baja California Sur, Coahuila, Jalisco, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Veracruz, Yucatán Colina y ahora la Ciudad de México, no permiten el matrimonio infantil.