Redacción / Hace unos días el cardenal Juan Sandoval Íniguez señaló que el incremento de feminicidios en el país se debe a la “imprudencia de las mujeres”, y que estamos conscientes de las razones que han propiciado el aumento de la Violencia de Género y por ello debemos cuidar dónde y con quién andamos.
“Ya ven con cualquier se suben, este es un policía y por eso no les paso nada, pero ustedes se suben con cualquiera y después por eso las matan”, mencionó Sandoval Íñiguez, esto como referencia a un presunto experimento en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde un policía vestido de civil a bordo de un auto de lujo “conquistaba” a mujeres para llevarlas a la presidencia municipal, donde las reprendían por su comportamiento.
Veamos los números, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2007 al 2016 fueron asesinadas 22 mil 482 mujeres en las 32 entidades del país, es decir, cada cuatro horas fue asfixiada, mutilada, ahogada, ahorcada, degollada, quemada, apuñalada o recibió impactos de bala una niña, adolescente o mujer adulta.
En la Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, presentaron mayor incidencia de violencia de género en la últimos nueve años, al presentar ocho mil 65 homicidios, representando el 35 por ciento de los casos de México.
Mientras, hasta inicios de agosto de este año se han registrado mil 055 feminicidios, según el Mapa de Feminicidios realizado por María Salguero.
María de la Luz Estrada, presidenta del Observatorio Nacional Ciudadano de Feminicidios, cuestionó sobre “¿quién vigila, obliga y sanciona a las autoridades que son omisas o son corruptas? Porque eso es lo que está poniendo en riesgo a todas las mujeres. No hay investigaciones, se pierden pruebas fundamentales para vincular a proceso a los feminicidas y entonces la ciudadanía tiene una situación de impunidad donde no hay perspectiva de género para indagar”.
Para el Instituto de las Mujeres (Inmujeres), la violencia contra las mujeres es una grave violación a los derechos humanos de las víctimas y sus familiares, por lo que llamó a no tolerar que en nuestro país “la violencia machista siga enlutando hogares”. Por eso, “la condena de esta violencia tiene que ser unánime e inquebrantable el compromiso de las instituciones para redoblar esfuerzos que permitan hacer efectivo el derecho de las mujeres y las niñas a vivir libres de discriminación y violencia”.
Hoy en día doce estados del país cuentan con Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres, ya que no garantizan su seguridad, el cese de violencia en su contra y no elimina las desigualdades producidas por una legislación o política pública que agravia sus derechos humanos, según la legislación en la materia.
Siendo un total de 90 municipios con esta problemática, de acuerdo a la Secretaría de Gobierno (Segob), los estados que tiene alerta de género son Michoacán, Veracruz, Edomex, Guerrero, Morelos, Nayarit, Chiapas, San Luis Potosí, Colima, Nuevo León, Sinaloa y Quintana Roo.
Parece increíble que aún en estos años el machismo está arraigado y que debemos de aceptar que cualquier tipo de violencia que recibamos es porque lo propiciamos, pero no, la culpa no es de las víctimas, es del agresor y de personas que aún los victimizan. El aumento de los feminicidios se debe a que en el país matas o ejerces algún tipo de violencia y no pasa nada, no hay castigo, sólo queda impunidad y un mar de corrupción en nuestras instituciones que se supone deben de protegernos.
