El asesinato de Antonio de Jesús “N” y sus hijos Gael y Alexander, de 9 y 12 años de edad respectivamente, en Culiacán, Sinaloa, provocaron que la población saliera a las calles a exigir justicia y la salida del gobernador Rubén Rocha Moya.
Al grito de “¡Con los niños no!” y “¡Fuera Rocha!”, la movilización convocada por un profesor, partió de la Escuela Primaria “Sócrates” –en la que estudiaban los menores- con la participación de alrededor de mil personas.
Vestidos de blanco, en su mayoría, los asistentes exigieron justicia y un alto a la ola de violencia que vive la entidad desde septiembre de 2024 por la disputa entre grupos de la delincuencia organizada, Los Chapitos y Los Mayos, que ha dejado decenas de personas fallecidas, pese, incluso, a la estrategia de seguridad federal de Omar García Hafuch.
Sin embargo, la manifestación que sólo tenía contemplado tomar por media hora la Avenida Álvaro Obregón, se trasladó al Palacio de Gobierno, lugar en el que rompieron puertas y la pared del despacho del gobernador Rocha Moya, como se puede observar en videos que circulan en redes sociales, para exigir al mandatario estatal que “diera la cara”.
La agresión
Antonio de Jesús “N” y sus hijos Gael y Alexander, fueron asesinados a balazos el pasado domingo en calles del Fraccionamiento Los Ángeles de Culiacán.
De acuerdo con versiones de medios locales, civiles armados interceptaron a la familia para apoderarse del vehículo en el que se trasladaban, pero el conductor aceleró para evitar el robo y los agresores abrieron fuego.
Hasta el momento, un tercer menor también lesionado en la agresión, continúa hospitalizado y su estado de salud se reporta como grave.
Redacción