Por. Adriana Luna, corresponsal
Guadalajara.- Las órdenes ejecutivas inmediatas del presidente norteamericano Donald Trump, obligan a México a unirse como gobierno y sociedad civil para enfrentar no sólo la llegada de migrantes que quedarán estancados en su territorio fronterizo, también la recepción de hijos que duraron años ausentes. En los municipios urgen políticas públicas que garanticen los derechos humanos de todos y el sector empresarial tendrá que abrirse a esta mano de obra.
La Zona Metropolitana de Guadalajara sin ser fronteriza, forma parte del corredor del Pacífico que es utilizado por miles de migrantes provenientes del Sur (tanto extranjeros como mexicanos). Es la ruta más utilizada para montarse en los lomos de La Bestia. Se estima que en 2024 hubo 2.5 millones de encuentros.
Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) firmaron la primera enmienda del Acuerdo de Cooperación para garantizar trato digno a las personas en tránsito rumbo a la frontera norte.
“Esta Área Metropolitana tiene relación con los cuatro flujos migratorios que existen, es un punto de origen, destino, retorno y tránsito. A Guadalajara llegan muchas personas del Sur que llevan 20 días (viajando), llegan exhaustos. Lo que compete a los municipios es garantizar los derechos humanos. Ante el escenario internacional y un posible endurecimiento de políticas migratorias en nuestro país, para nosotros es sumamente importante estar preparados ante posibles escenarios”, aseveró la alcaldesa tapatía Verónica Delgadillo.
México debe prepararse para una posible repatriación masiva de connacionales, pero como no habrá presupuesto que alcance para brindar alimentación, servicios médicos y de educación, la sociedad civil y el sector empresarial deberán sumarse.
“La situación económica es una de las razones principales para salir de su país de origen, cada vez hay más migrantes interesados en quedarse en México. Hay alta demanda de mano de obra, vemos una gran oportunidad de vincular a las personas migrantes en México con un proceso de regularización para que puedan conseguir un trabajo digno”, detalló la representante en México de OIM, Dana Graber Ladek.
Otro punto son las personas repatriadas, algunas llegarán solas tras deportación, otras vendrán con sus hijos americanos. Hay que garantizar el respeto a los derechos humanos de cada persona en su situación particular, especialmente poniendo atención en los menores de edad.
“Vamos a trabajar local, estatal y federal para apoyar a estas personas que retornan para conseguir su inserción socioeconómica en el país. Hay oportunidad desde la agricultura hasta el turismo, hay mucho interés también por parte de las fábricas para contratar personas migrantes, Hay una estimación entre dos millones a cinco millones de vacantes en México en este momento, en todos los sectores”, añadió Graber .Ladek.
