Las Abuelas de Plaza de Mayo, que hace casi 50 años buscan a niños y niñas apropiados ilegalmente durante la última dictadura argentina (1976-1983), anunciaron este martes que han logrado restituir la identidad de la “nieta 139”.
“Iniciamos el 2025 con la felicidad de otro encuentro, bienvenida nieta 139”, expresó la presidenta de Abuelas, Estela Barnes de Carlotto, en el auditorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos de Buenos Aires, antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y uno de los mayores centros de detención ilegal y tortura de la dictadura.
“Hoy damos la bienvenida a la hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, nacida entre enero y febrero de 1978. Inexorablemente, la verdad sobre los crímenes de la dictadura siguen saliendo a la luz”, agregó Carlotto.
Su historia
Los padres de la “nieta 139” militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista de Argentina cuando fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977 y llevados al centro clandestino de detención, tortura y exterminio ‘Club Atlético’.
El sitio, que funcionaba como depósito de suministros de la Policía Federal argentina en el barrio porteño de San Telmo, tenía capacidad para 200 personas y unas 1.500 pasaron por sus calabozos y salas de tortura.
Según relató la titular de Abuelas, al momento de su rapto, Noemí cursaba un embarazo avanzado y la dictadura ya había capturado a su padre, hermana, dos cuñados y a su sobrina, quienes continúan desaparecidos en la actualidad.
Para dar con la nueva nieta, las Abuelas recibieron información anónima, que se articuló con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) y el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE), que pertenecen a la Secretaría de Derechos Humanos del país.
Nohemí y Daniel
Noemí nació el 8 de febrero de 1955 en Mar del Plata y Daniel el 12 de noviembre de 1951 en La Plata. Ambos militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista. A él sus compañeros lo llamaban “Pablo” y sus amigos “El Pelado” o “El Loco”. A ella su familia le decía “Noe” y sus compañeros “Negrita”. Daniel tuvo dos hijos, Ramón Oscar y Paula Lorena, con dos compañeras anteriores.
La pareja fue secuestrada el 2 de noviembre de 1977. No está claro si ella fue secuestrada en la ciudad de La Plata o en el mismo operativo que él, en la ciudad de Buenos Aires, en Barrio Norte. La joven estaba embarazada de seis o siete meses. Los dos fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino “Club Atlético”. En el mismo operativo en que secuestraron a Daniel, también se llevaron a otros compañeros del partido: Teresa Galeano, Jorge Giorgieff, Beatriz Longhi y Oscar Ríos. Todos permanecen desaparecidos.
Daniel era hincha de Estudiantes de La Plata y le gustaba mucho bailar. Noemí, según cuentan, era muy solidaria. Hizo la primaria en el Instituto San Antonio María Gianelli y la secundaria en una escuela de monjas. Su familia fue diezmada por el terrorismo de Estado: su padre Laudelino Macedo, su hermana Gloria Nelly con su compañero Rubén Justo García y la hija de ambos, Miriam Viviana García, y otro cuñado, Oscar López Lamela, fueron secuestrados y continúan desaparecidos.
La madre de Daniel, Lucila Ahumada de Inama, transcurrió toda su vida en La Plata. La desaparición de su hijo fue un golpe muy duro. A partir de ese momento, cada cumpleaños, cada fiesta, tuvo una carga de dolor y tristeza. Falleció en abril de 2013, en la trágica inundación que afectó a la ciudad de La Plata y sus alrededores. Nunca dejó de buscar a su nieto o nieta. “Desde algún lugar lo guiará en la búsqueda”, manifestamos, por entonces, desde Abuelas. Y parece que así fue.