Por. Fernando Coca
En horas se podría definir quién ocupará la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El poder legislativo, en este caso el Senado de la República, nombrará a la sucesora o sucesor de Rosario Piedra, a menos que un milagro provoque la ratificación de la hija de Doña Rosario Ibarra de Piedra, la incansable madre buscadora y defensora de las familias que tiene a un familiar desaparecido.
Se han postulado decenas de personas, pero en la mente de las y los legisladores esta un nombre que daría luz a la CNDH para encauzar la promoción y la protección de los Derechos Humanos en nuestro país.
Con más de 40 años dedicados precisamente a proteger y promover los Derechos Humanos, Nashieli Ramírez cuenta no sólo con las credenciales para ocupar la presidencia de la CNDH, sino que contaría con el aval de organizaciones civiles, nacionales y extranjeras, para el desempeño de su cargo.
No sólo cuenta con los resultados que ha entregado como Ombudsperson en la Ciudad de México durante el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum como jefa de Gobierno, sino que su preparación académica y profesional la han significado como una persona comprometida con las mejores luchas en favor de las infancias, la familia y la sociedad en su conjunto.
En este momento, el debate por quien debe estar en la CNDH se ha centrado, para mal, en la actuación de Rosario Piedra. Y digo para mal cuando lo que debía debatirse es cómo prolongar, acrecentar y promover la progresividad de los derechos de los mexicanos.
Nashieli es una persona inclusiva, generosa y comprometida. Su vida la ha dedicado precisamente a la promover esa progresividad en los derechos de las niñas y niños de nuestro país.
Además, para los momentos que vive el país, la personalidad de Nashieli Ramírez es el más adecuado en medio de la turbulencia política que nos envuelve.
Los miembros del Senado tienen la palabra y si alguna senadora o senador me pidiera una opinión sobre quién es la persona idónea para presidir la CNDH sin dudar diría que Nashieli Ramírez es la indicada.
La Letrina. La oposición no existe. Lo que tenemos enfrente son dirigencias que buscan, afanosamente, convertirse en rémoras del partido mayoritario.