Por. Adriana Luna
La política es el arte de la negociación; en Jalisco se dio una cátedra de acuerdos políticos con un magistral movimiento de múltiples bandas, que bien podría haber dejado encomendado el mismo Raúl Padilla López, antes de tomar la decisión de trascender físicamente. El gobernador Enrique Alfaro Ramírez presentó la iniciativa para que 5% del presupuesto anual de Jalisco se entregara a la Universidad de Guadalajara como medida constitucional.
Con 37 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, los diputados de todas las fracciones en el Congreso del Estado aprobaron la iniciativa y dieron un claro ejemplo que ‘cuando se quiere, se puede’, que cuando le echan ganitas sí pueden poner en primer lugar el interés común. Claro, aquí los ganones son todos, hasta los ciudadanos porque con estos recursos que se dispondrán, sin importar quién esté en el poder, permitirán una mayor admisión de jóvenes a la universidad.
El dictamen detalla que adicionalmente, la Casa de Estudios podrá acceder al equivalente, al menos, al punto tres por ciento del Presupuesto de Egresos del Estado para la realización de proyectos específicos de mejoramiento de infraestructura educativa y su equipamiento, lo que permitirá reiniciar con la construcción del Museo de Ciencias Ambientales, que era el sueño de su fallecido líder moral.
En el Congreso del Estado se vivió una jornada histórica, todo estaba planchado y almidonado para la votación. Los aplausos y los vítores aparecieron cuando se confirmó el voto unánime del presupuesto constitucional. El rector Ricardo Villanueva estuvo acompañado de cuatro rectores: Trinidad Padilla López, Tonatiuh Bravo Padilla, Marco Antonio Cortés y Miguel Ángel Navarro.
La Universidad de Guadalajara hoy debería estar más comprometida que nunca con la transparencia de los recursos, la planeación a largo plazo y la calidad académica. Además, se marca la pauta para que otras universidades del país busquen su autonomía financiera, empezando por la Universidad Nacional Autónoma de México.
¿De qué sirve tener la autonomía, si al final hay carencia de recursos? Se consolida el concepto de autonomía real que muy pocas universidades pueden tener, aseveró Ricardo Villanueva. Mientras que el secretario de Educación en Jalisco, Juan Carlos Flores Miramontes, externó que será una sana presión para que otras instituciones universitarias sigan el ejemplo.
Muy rara vez se observa un escenario tan cordial y empático como el que se vivió ayer en el Poder Legislativo de Jalisco; los diputados concordaban totalmente con la propuesta del Ejecutivo y hasta el presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, aplaudía gustoso la decisión política.
Aunque falta todavía la aprobación de la mayoría de los municipios jaliscienses, así como la publicación en el Periódico Oficial de Jalisco, fue tan grande el milagro político y la magistral negociación que habría que subir a los altares a los benefactores de la UdeG partiendo de Fray Antonio Alcalde, el mismo Raúl Padilla, e incluso la bendición alcanzaría al ex rector Enrique Alfaro Anguiano, padre del actual mandatario jalisciense.