Por. José C. Serrano
En México, han ocupado el cargo de rectoras: Dra. Ana Pricila Sosa Ferreira, de la Universidad del Caribe (2017-2019); Dra. Margarita Teresa de Jesús García Gasca, de la Universidad Autónoma de Querétaro (2018-2021); Dra. Sylvia Paz Díaz Camacho, de la Universidad Autónoma de Occidente (2017-2019); Dra. María Guadalupe Ibarra Ceceña, de la Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (2017-2021).
Dra. Sara Deifilia Ladrón de Guevara, de la Universidad Veracruzana (2013-2017 y 2017-2021); Dra. Cindy Rossina Saravia López, de la Universidad de Campeche (2018-2019); Dra. Silvia Figueroa Zamudio, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (2007-2011); Dra. Rosa María Torres Hernández, de la Universidad Pedagógica Nacional (2018- actual); y Dra. Tania Rodríguez Mora, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (2020-actual).
¿Por qué no hay más rectoras en México? Las voces de académicas universitarias han expresado que si las universidades han transitado a tener mayoría de estudiantes en sus aulas e incluso, las mujeres son actualmente un porcentaje importante en el personal académico universitario, ¿por qué no acceden al poder?
Para contestar esta pregunta se debe pensar en que la escasa representación femenina está vinculada, al menos, a tres ámbitos: el primero alude a las características de las instituciones; el segundo, a la cultura de género, y el tercero, a la condición de las mujeres en general y a las mujeres universitarias en particular.
Afirman mujeres académicas que las universidades son instituciones que crean y reproducen conocimiento legítimo y, precisamente, esta actividad, la de crear conocimiento, ha sido una prerrogativa de los varones quienes se convirtieron en el sujeto epistémico pertinente para determinar qué conocimiento es válido y cuál no.
Es claro, entonces, que el acceso al poder dentro de las universidades sigue pautas similares al acceso al poder en general. Se trata de un poder político y un poder cognitivo, porque se trata de puestos de mando, de ejercicio y distribución de recursos y personas.
Es un poder cognitivo, porque desde los puestos de jerarquía se establece qué discursos deben enseñarse, cuáles visiones del mundo deben prevalecer, cuáles deben ser legitimados y por qué sujetos. De ahí que las universidades sean espacios del poder androcéntrico, cuyas reglas de acceso están signadas por los sujetos varones quienes se convierten en los sujetos del poder al interior de las universidades.
Mujeres y hombres han sido socializados en la cultura de género, de la cual se destacan los estereotipos de género y los sesgos de género. Se considera como estereotipo de género todo aquello que la sociedad considera que mujeres y hombres deben ser y hacer. Los sesgos de género, por su parte, son los criterios explícitos o no, que expresan parcializaciones a favor de un género.
En el ámbito femenino se escucha decir que la condición de las mujeres es producida por la sociedad centrada en valores androcéntricos y está signada por dos ejes fundamentales: la conyugalidad y la maternidad. Estos dos ejes estructuran la subjetividad de que las mujeres participen o no de la conyugalidad y la maternidad.
La presencia femenina en cargos de gestión académica de primer nivel está lejos de ser igualitaria en las universidades públicas mexicanas. El acceso de las mujeres a los primeros cargos de las universidades es un fenómeno tardío y reciente. Es tardío porque las universidades tienen larga historia de existencia, en tanto que la primera mujer que llega a ocupar el cargo de rectora de una universidad ocurre en el siglo XXI.
El pasado viernes 17 de noviembre los integrantes del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) sesionaron con el fin de emitir sus votos para elegir a quien de la terna compuesta por Lorena Noyola Piña, Fabiola Álvarez Velasco y Viridiana Léon Hernández, obtenga el mayor puntaje en dicho ejercicio académico.
Lorena Noyola Piña es maestra en ciencias y artes para el diseño; Fabiola Álvarez Velasco es doctora en educación y Viridiana León Hernández es profesora, investigadora y directora de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería de la UAEM.
Viridiana León Hernández fue elegida para ocupar el cargo de rectora de esta casa de estudios, durante el período 2023-2029.
Ocurren, paulatinamente, indicios de que en el horizonte se vislumbra una justa parejura entre académicas y académicos universitarios de México.