Por Fernando Coca
Esta semana será intensa, con eventos que van a testerear la vida pública del país.
Primero, los diputados tendrán que aprobar el PEF 2024, es decir, el Presupuesto de Egresos de la Federación que, hasta donde sabemos, no tiene recursos etiquetados para atender la crisis generada por Otis, el gran huracán que devastó Acapulco y municipios cercanos. En caso de que no hay dinero suficiente para la regeneración del puerto, el ánimo social en Guerrero se puede desbordar.
Súmele a esto la cuestión política que, si ya estaba candente a principios de septiembre, esta semana van a subir los grados de la temperatura. Son varios los motivos para que esto suceda:
La Comisión de Honestidad y Justicia tiene que dar un resolutivo a la impugnación que hizo Marcelo Ebrard de la encuesta en la que ganaron las ponderaciones y no las preferencias de los ciudadanos y por la cual Claudia Sheinbaum recorre el país como coordinadora de los comités de MORENA.
El tema no está resuelto y de no tener una resolución creíble, honesta y justa, el partido podría sufrir serios trastornos en cuanto a su unidad.
Aún en silencio, la figura de Marcelo Ebrard está creciendo a pesar de lo que dicen las encuestas (principalmente las que han fallado una y mil veces) y las granjas de bots de la virginal militancia que, impoluta, ataca sin misericordia al excanciller y a sus seguidores.
Luego hay que pensar que esa unidad está en riesgo cuando se den a conocer los nombres de las cinco mujeres y cuatro hombres que irán a competir por las nueve gubernaturas que están en juego en 2024.
Desde hace semanas debíamos conocer a los perfiles morenistas, pero el conflicto en la Ciudad de México entre Clara Brugada y Omar García Harfuch provocó un serio problema de legitimidad en quien decidió que el exsecretario de Seguridad de la capital fuera el abanderado de MORENA. Quienes se hacen llamar puros, fundadores y dueños del partido se oponen a obedecer las instrucciones del Bastón de Mando.
No quieren a Omar y apuestan a doblar a la doctora Claudia con tal de no perder el territorio. El viernes 10 sabremos si ganó la pureza partidista o se asumen la política de brazo caídos.
Y ya salieron las convocatorias para el Congreso federal. La primera parte ya se inscribió, es decir, los que quieren llegar por mayoría a San Lázaro y a la esquina de Insurgente y Reforma. Los pluris se decidirán después de los festejos revolucionarios. Ahí vienen más inconformidades que deberá resolver quien ostenta el Bastón y el que, formalmente es el dirigente de MORENA.
El caso es que en el partido guinda no han sabido gestionar la inconformidad de uno de sus militantes que, con toda razón política, legal y partidista, reclama que se limpie la encuesta que determinó quien dirigiría la transformación del país el próximo sexenio.
La prisa no le corre a Marcelo y tampoco a quienes no resulten designados en los careos para gobernadores. La prisa la tienen la Comisión de Honestidad que tendrá que meterles velocidad a las impugnaciones so pena de violentar los derechos político-electorales de todas y todos los que impugnen el método de selección de candidatos.
Ya es martes y las cosas no se ven nada halagüeñas para quienes dirigen a MORENA.
La Letrina. Dos jóvenes políticos dieron nota al iniciar la semana. Primero fue Samuel García, gobernador de Nuevo León, quien anunció que se registrará como aspirante a la candidatura de Movimiento Ciudadano a la Presidencia. En su tierra está por resolverse su licencia. Saldrán chispas. El otro es Pedro Kumamoto, aquel joven que se postuló a un cargo de elección popular por la vía independiente en Jalisco y les ganó a los partidos. Anunció que se va con MORENA en alianza. Cada quien ¿no?