Por. Saraí Aguilar
Porque también en esta lucha del feminismo, también hay mucha simulación y en marzo salen con el pañolete morado…
Así, de forma generalizada, la nueva titular de la Secretaría de Gobernación, Luisa María Alcalde, en días pasados descalificó la lucha feminista.
Tras haber sido blanco de señalamientos y también ataques a raíz de su nuevo nombramiento como secretaria de Gobernación, la hasta hace días secretaria del Trabajo decidió que eran lo mismo cuestionamientos válidos por desempeño que el acoso misógino y de tintes machistas, y concluyó que eran las feministas quienes tenían que pagar el plato roto.
Luisa María Alcalde consideró que “el actual gobierno se ha esforzado por tener un gabinete paritario, por lo que criticó a las voces feministas que, en algunos casos, también se unen a quienes rechazan su nombramiento por ser una mujer joven.”
Habría que aclararle varios puntos a la secretaria. Las feministas rechazamos enfáticamente los comentarios sexistas y las imágenes que circularon para ridiculizarla o avergonzarla.
No obstante, el ser mujeres no libra de poder ser cuestionadas por el desempeño, máximo si lo hacen en la función pública. El escrutinio al trabajo es requerido, sin que esto tenga connotación sexista.
No obstante, alerta sobremanera que la nueva secretaria de Gobernación confunda igualdad numérica con igualdad sustantiva, y el romper el techo de cristal con su impacto en las sociedades patriarcales en forma de cascada.
Cuando ella menciona a manera de triunfo la paridad en el gabinete olvida muchos datos de la actual gestión. Por ejemplo, ella en su paso por la Secretaría del Trabajo debió conocer el duro golpe que implicó el cierre de las escuelas de tiempo completo en el país por instrucción del presidente en 2022, las cuales beneficiaban a 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes con aprendizaje, deporte y alimentación.
En su momento, el líder de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Baja California, Marco Antonio Pacheco Peña, mencionó: “La desaparición del programa de escuelas de tiempo completo afectará principalmente a las madres trabajadoras, ya que dejaban a sus hijos en lugares seguros mientras estaban en su jornada laboral […] especialmente de bajos salarios”.
Y podemos señalar otros indicadores, tales como la salud. Un dato que siendo ella secretaria del Trabajo debió conocer es que 5.9 millones de mujeres no están afiliadas a servicios de salud, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi 2020).
Y hablando de salud, en este caso mental, las mujeres que comparten la vida laboral con la maternidad sufren estrés y ansiedad. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señala que el 70 por ciento de las madres trabajadoras “sufren estrés crónico por la sobrecarga a la que se enfrentan”. Hay poco apoyo para las mujeres que cumplen estas funciones.
¿Esto alguna vez lo ha considerado Luisa Alcalde cuando ha señalado al actual gobierno como paritario?
El beneficio de pocas no es la realidad de muchas. Ahí sí queda mucho trabajo por lograr.
Así que ¡gobiérnese secretaria!