Por. Alfonso García Pérez
Entonces AMLO vota en Twitter a favor de que a Donald Trump le sea reactivada su cuenta en esta popular e influyente red social de internet, a pesar de que fue por dicho medio que Trump provocó la toma del Capitolio de USA, y la muerte de varias personas. El amor es total. Y fue por eso que el expresidente de USA no solo reiteró que AMLO es su amigo, sino que le dio un espaldarazo al decir que es socialista, cuando evidentemente no lo es.
En el reciente encuentro de conservadores en México, (CPAC, Noviembre 20 de 2022), el economista argentino Javier Milei dijo: “La izquierda latinoamericana ha presentado programas económicos inmorales, pero con éstos ha ganado las elecciones”. Y yo corrijo, que con programas de izquierda, derechistas han explotado al capital político construido por las izquierdas verdaderas, como en el caso de México.
El sello derechista y conservador de AMLO y de la “4T” se expresa en que:
a) El gabinete de gobierno de López Obrador se ha integrado por conservadores de larga trayectoria derechista; por supermillonarios (Romo, Torruco); y por los equipos de Carlos Salinas de Gortari (Ebrard, Josefa, Bartlett, además de la alianza con Slim Helú y con Chávez Morán, y del cargo en Morena de Mario Delgado), y de Ernesto Zedillo (Moctezuma Barragán, Sánchez Cordero, Monreal). Son también conservadores sus gobernadores y las cúpulas de Morena y del PT. En dichos espacios no hay un solo militante de izquierda y ni un proletario. Pura alta burguesía.
b) Su modelo es completamente capitalista, y permite que la economía mexicana sea definida por las grandes empresas transnacionales y por el colonialismo, teniendo exactamente el mismo modelo económico que el Liberalismo Social de Carlos Salinas de Gortari y que del PAN, muy cercano a la Derecha Populista de Donald Trump, y al Asistencialismo compensatorio de Margaret Thatcher, la más derechista gobernante británica que inventó en Inglaterra a los apoyos universales para los adultos mayores, en un esquema de redistribuir la riqueza, pero sin fijar límites para concentrar el ingreso a las grandes empresas. Con AMLO, México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, y de América, que menos protege a las pequeñas empresas y que da más libertad a las transnacionales, pues además, no tiene defensa en contra de prácticas monopólicas. La COFECE, Comisión Federal de Competencia Económica, sigue acéfala, por lo que las grandes empresas asociadas con AMLO no tienen límites. Las compras gubernamentales de AMLO son en su mayoría sin concursos de licitación, y es claro que han favorecido solo a los empresarios afines y corruptores, por lo que ahora prevalecen las comisiones en efectivo de parte de los fifi beneficiarios.
c) En el tema de energía, el presunto Estatismo – izquierdismo de AMLO es relativo, pues solo pretende desplazar a las empresas europeas y a las gringas del bloque anti Trump, que plantean a la producción ecológica de electricidad, para favorecer a las empresas que usan fuentes fósiles, mientras que el salinista Bartlett Díaz tiene el control del resto de la industria eléctrica mexicana, con exagerados subsidios. Por otra parte, las grandes empresas mineras en México casi no pagan impuestos ni cumplen leyes laborales, sobre todo las extranjeras, y Morena desapareció al Fondo Minero que pagaban las grandes mineras para los estados de la República proveedores de recursos del subsuelo.
d) Han hecho una alianza firme con la Iglesia pedófila y ultraconservadora La Luz del Mundo.
Alfonso Jesús García Pérez. Premiado por Marcela Lagarde, la SOGEM y el Congreso de la Unión por ensayo para erradicar a la violencia hacia las mujeres, 2005. Vocal Ciudadano de Conagua. Coordinador de la federación de asociaciones civiles y cooperativas “Cáñamo Liberación”.
