El director general de Organización para la Productividad de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Héctor Robles Berlanga, destacó la importancia cultural, social y alimentaria del amaranto, cultivo prehispánico que está considerando entre los 50 alimentos del futuro.
Especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad de las Américas-Puebla (UDLAP), participaron en la conferencia 43; hablaron de la diversidad genética del amaranto y de la necesidad de fortalecer su producción y consumo.
Por su alta aportación proteínica al cuerpo humano, el amaranto, cuyo nombre en náhuatl, huahtli, significa “la partícula más pequeña dadora de vida”, debe considerarse un alimento altamente nutritivo y no sólo una golosina, consideró la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Este cereal contiene más proteínas que el maíz y el arroz y 80 por ciento más que el trigo; también, aporta vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, además de ácido fólico, calcio, hierro y fósforo, y es una fuente rica de aminoácidos como la lisina, lo cual lo caracteriza como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano, detalló el director general de Organización para la Productividad de la dependencia federal, Héctor Robles Berlanga.
Al presidir la conferencia Amaranto: ¡más que una alegría, un alimento ancestral!, realizado como parte de las conmemoraciones del Día Nacional del Amaranto (el 15 de octubre), el funcionario destacó que el programa Producción para el Bienestar tiene en su padrón a 592 productores de este cereal de Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México y Morelos, a los cuales otorga apoyos directos que dan liquidez a las labores de su cultivo.
Parte de estos productores participan también en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa, abundó.
Con ellos, dijo, se impulsa la transición agroecológica, con la reducción gradual de herbicidas, incluido el glifosato; se fomenta la organización para la comercialización en compras gubernamentales; se difunde el consumo del amaranto como alimento y se mejora la calidad del grano en el manejo poscosecha.
En la conferencia, la número 43 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Prácticas Sustentables que organiza Agricultura, Héctor Robles destacó tres elementos claves del amaranto:
1.- Este cereal es parte de los 50 alimentos del futuro, clasificados así por el Fondo Mundial por la Naturaleza, en alianza con empresas y líderes en nutrición y sustentabilidad. Junto con el camote, la flor de calabaza, las lentejas, la quinoa, la jícama, la moringa, el ajonjolí, la espinaca, la col morada y otros, el amaranto está en esa lista de 50, todos vegetales.
Su característica es que son nutritivos, accesibles, saben bien, tienen bajo impacto en nuestro planeta, en comparación con los alimentos cárnicos, y están disponibles en una amplia variedad de países, entre ellos México.
Asimismo, representan la posibilidad de diversificar y enriquecer la dieta de las personas, pues hoy 75 por ciento de la alimentación global se integra por sólo 12 especies de plantas y cinco de animales, lo cual implica una alimentación pobre en nutrientes y sabor y con afectación negativa a los suelos.
2.- El amaranto contiene más proteínas que el maíz y el arroz, y 80 por ciento más que el trigo; también aporta vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, además de ácido fólico, calcio, hierro y fósforo, y es una fuente rica de aminoácidos como la lisina, lo cual lo caracteriza como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano.
3.- El amaranto destaca especialmente por su bajo impacto ambiental, ya que puede ser cultivado en cualquier lugar sin requerir mucha agua. Incluso logra crecer en condiciones de sequía.
En un vídeo mensaje transmitido en la conferencia, la presidenta de la Comisión de Cultura del Senado de la República, Susana Harp Iturribarría, señaló que ha promovido en la Cámara Alta una modificación a la Ley de Desarrollo Rural para integrar al amaranto como un alimento estratégico, nutritivo, suficiente y de calidad, y que se defina como un producto que ayuda a garantizar la seguridad alimentaria a la población.
Por otra parte, el investigador del Programa de Cereales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Eduardo Espitia Rangel, destacó que México es centro de origen y principal punto de diversidad del amaranto, y 32 de 70 especies están reportadas dentro de nuestro país, aunque algunas son silvestres.
Hypochondriacus es la variedad más presente en el territorio nacional y le sigue cruentus, aunque ésta sufre un proceso de desplazamiento por el sorgo en Morelos y Puebla, comentó.
“Tenemos mucha historia, mucho germoplasma y algo muy importante: el amaranto está siendo cultivado por muchos grupos étnicos”, como los mixtecos, mixes, totonacos, huastecos, nahuas, huicholes, chatinos, chinantecos, coras, durangueros, mexicaneros, purépechas, tarahumaras, rarámuris, entre otros, sostuvo el especialista.
Advirtió que es muy importante la incursión de especialistas que recolectan variedades de amaranto para su estudio y resguardar el germoplasma para generaciones futuras.