Por. Elena Chávez González
La Asociación Nacional de Actores (ANDA) vive el peor momento de su historia, no por pleitos con las empresas que contratan a los artistas, sino porque su secretario general, Jesús Ochoa la está convirtiendo en un anexo de los deseos oscuros con los que siempre se ha manejado Martí Batres Guadarrama, secretario de Gobierno de la Ciudad de México. En pocas palabras, pretenden apoderarse políticamente de un sindicato que fue, desde su creación, modelo en la defensa de los derechos laborales de actrices y actores para convertirlos en soldados de la 4T.
Ochoa, quien no ha ocultado su adoración enfermiza por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha tomado, para mal de los socios de la ANDA, las acciones emprendidas por el primer mandatario para aplicarlas tal cual a la Asociación Nacional de Actores, perjudicando, sobre todo, a los artistas que por una u otra razón viven en la Casa del Actor fundada por Mario Moreno “Cantinflas”.
La ANDA está en crisis total. Su Secretario General, gran amigo de Martí Batres le está entregando el sindicato con artimañas sucias al operador de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, para que sus socios formen parte de la secta que quieren que voten por Morena en las elecciones presidenciales de 2024.
Para lograrlo, Jesús Ochoa, se sacó de debajo de la manga o, mejor dicho, por instrucciones de Martí Batres, la gran idea de que las votaciones para elegir al nuevo comité ejecutivo de la ANDA sean por voto electrónico desde una plataforma del gobierno de la Ciudad de México y avalado por la titular de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, cuando los estatutos que rigen a esta asociación de actores determinan que sea presencial.
Jesús Ochoa ha sido literalmente perjudicial para esta gran Asociación, dirigida por grandes personalidades del ambiente artístico, desde Jorge Negrete hasta Julio Alemán, quienes dejaron de lado sus intereses personales para defender el trabajo de sus compañeros actores y actrices ante las empresas que los contratan. Hoy es todo lo contrario, el señor comediante aplica una política de austeridad igualita a la de López Obrador que ha levantado la molestia de los socios quienes, con su trabajo, han sostenido su casa, su sindicato. Sin embargo, el actor se ha visto beneficiado con recursos pertenecientes a la ANDA, de acuerdo con denuncias que muchos artistas han hecho de manera pública.
Cabe recordar que en el sexenio pasado sucedió un hecho sin precedente en el gremio artístico cuando la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) fue secuestrada por órdenes de Batres por el grupo violento conocido como El Barzón, lo cual repercutió negativamente en el cobro de regalías de los artistas.
Ante esta amenaza, actrices y actores de gran trayectoria como Laura Zapata, Luz María Aguilar, Azela Robinsón, Emilia Carranza, entre otros, han exigido a Jesús Ochoa respetar los estatutos de la ANDA para que la elección de la nueva dirigencia que será en agosto próximo sea presencial, no virtual como lo pretende porque daría entrada a un fraude para imponer a quienes le cuidarían la espalda ante las posibles anomalías de que es sospechoso.
Pues sí, la frase “un peligro para México” también resultó aplicable a Jesús Ochoa, pero como un “peligro para la ANDA”.
