Una de las entidades más golpeadas por el crimen organizado es Tamaulipas.
Desde hace al menos tres sexenios, la delincuencia logró incubar su semilla en el gobierno estatal.
Uno de los gobernantes que permitió que los delincuentes gobernaran Tamaulipas ya está detenido, fue apresado en Italia, y tendrá que rendir cuentas ante la justicia… aunque en la de los Estados Unidos pues aquí en México poco se hizo por detenerlo. Se trata de Tomás Yarrington.
Uno más que está siendo investigado por la justicia de aquel país es Eugenio Hernández, sucesor de Yarrington, y a ambos se les acusa de utilizar dinero de narco.
Hubo un tiempo en que Tamaulipas dejó de ser noticia, no por la disminución de los actos delictivos, las muertes o la inseguridad rampante que ahí está, sino porque Michoacán y Guerrero acapararon las primaras planas y los espacios de los noticieros de los programas de radio y televisión.
Los tamaulipecos debieron soportar solos sus desgracias. La atención de las autoridades federales no estaba con ellos, y las estatales y las municipales, con excepciones, estaban bajo el yugo de los malosos.
Hace un año, los de Tamaulipas dieron un paso hacia adelante. Venciendo el miedo fueron a votar y lograron la transición. Ya no más priístas en la gubernatura. Cambiaron y llegó el PAN de la mano de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
El nuevo gobernador de Tamaulipas, a unos meses de haber asumido el cargo, ha visto los toros desde otra parte de la plaza.
La violencia sigue ahí, pero hay señales de que la gente percibe un cambio. En las pasadas vacaciones, playas de Tamaulipas estuvieron llenas, lo que no sucedía desde hace casi dos décadas.
El avance ha sido lento, pero parece que no van por mal camino.
Los cuerpos de seguridad pública requieren de cirugía mayor, y me parece que en eso están. El gobernador pidió dos años para regenerar esos cuerpos que deben brindar paz a los tamaulipecos.
Hace unos días, siguiendo con la estrategia que se planteó, dio a conocer la integración del Consejo Consultivo de Seguridad Ciudadana. En este grupo participan Alejandro Hope, María Elena Morera, Eduardo Guerrero, Guillermo Valdés y Jorge Tello.
El gobierno estatal llamó a estos activistas y especialistas a conformar un grupo de trabajo en el que las metas son muy claras para regresarle la paz a Tamaulipas.
El escrutinio ciudadano está puesto en las políticas públicas que impulse el gobierno estatal, el que ya definió plazos y metas. No será cosa de un sexenio acabar con la impunidad, la inseguridad y violencia en Tamaulipas pero los primeros pasos están dados. Los ciudadanos optaron por otra opción política, tienen nuevo gobierno y autoridades municipales además de un Congreso plural.
Veremos si, para conjuntar los esfuerzos, el poder judicial de Tamaulipas se pone a la altura y no permite que los malos que sean detenidos por las autoridades salgan libres, a pesar de saber que han cometido delitos que lastiman a toda la sociedad tamaulipeca.
Fernando Coca: reportero por la Escuela de Periodismo Carlos Septién Garcia. Sus fuentes son la política, legislativa y electoral. Creyente de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida. Aprendiz de músico, lector insaciable y apasionado del cine. En Televisa fue jefe de Información de El Mañanero con Brozo y colaboró en Tercer Grado. Lo que aquí escribe es su personalísima opinión.