Por. Fernando Coca
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dio a conocer los resultados de sus investigaciones por el colapso de la Línea 12 del Metro.
En sus resoluciones, la fiscalía no encontró, o no buscó, nada en lo referente a la operación, el mantenimiento, la rehabilitación de la L12 por su cierre en 2014 y tampoco por el de 2017, después del terremoto del 19 de septiembre.
Coincidencia, pero se parece mucho al peritaje de DNV, empresa experta en plataformas marinas en donde también se desestima el sismo del 17, la operación de la línea 12 y su mantenimiento.
¿Cómo creer que ha sido un trabajo transparente, limpio, sin intencionalidad? La Línea 12 tenía nueva años de operación, pero dos paros, el primero por un desgaste ondulatorio (por el que jamás debió cerrar, y menos más de año y medio) y luego por el trágico temblor de 2017.
No escapa que las conclusiones de la fiscalía capitalina se dan a conocer un día después de que el canciller Marcelo Ebrard reafirmó su intención de competir por la presidencia de México y que lo hará como candidato de MORENA.
Tampoco es ajeno para nadie que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, también quiere lo mismo que Ebrard. Luego, la presentación de la fiscal Godoy hace pensar que las coincidencias en los tiempos políticos no son más que actos premeditados para intentar descarrilar la carrera del adversario.
El peritaje y la investigación del gobierno de la ciudad que presentaron DNV y la fiscalía, cada uno por su lado, son idénticos. Podrían decir que deben ser coincidentes en cuanto a la “causa-raíz” del desplome de la Línea 12, pero lo que está claro es que a ninguna de esas dos instancias les ocupó que sucedió en los nueve años de operación de la Línea Dorada.
Los documentos de la fiscalía y de DNV parecen más actas de ministerio público de los 60, que realizadas por instancias autónomas e independientes que tenían la tarea de generar certeza y confiabilidad en las familias de las víctimas mortales del 3 de mayo.
Soslayar el mantenimiento, desestimar el sismo, eliminar las condiciones en las que operó la Línea 12, y todo el Sistema de Transporte Colectivo-Metro solo demuestra que hay quienes no quieren asumir sus responsabilidades.
Algo claro hay en el Metro. Ayer, jueves 14 de octubre, el sindicato del Metro había llamado a sus agremiados a no trabajar, a parar el Metro. Exigían incremento de salario, pero, más importante para los ciudadanos, reclamaban que el Metro como empresa la entrega de ripa de trabajo, herramienta y refacciones. ¿Y eso para qué? Simple, para darle mantenimiento a la red de STC-Metro.
Si, no nos queda claro que lo que no hay en el Metro, y lo que no hubo en la Línea 12, fue mantenimiento, no nos lamemos a sorpresa de un nuevo accidente en el sistema.
Los dictámenes del gobierno de la ciudad tienen la carga del 2024. Y la justicia de la ciudad, va contra el Consorcio Constructor (ICA, CARSO, ALSTOM).
La Letrina. Latinus nos informó que la administración de Florencia Serranía sí recibió los manuales de la Línea 12. Entonces, ¿por qué no los aplicó?