La desigualdad de género entre los usuarios en línea ha aumentado del 11% en 2013 al 17% en 2019, y en los países menos adelantados del mundo llega hasta el 43%.
Sin embargo, desde distintos lugares del mundo, las niñas están trabajando duro para estrechar esa desigualdad.
Este año, para conmemorar el Día Internacional de la Niña, que se celebra el 11 de octubre, la ONU quiere mostrar cómo la pandemia ha acelerado el uso de plataformas digitales, al mismo tiempo que pone de relieve las distintas realidades de las niñas a la hora de acceder a internet y cómo si las empoderamos, podremos reducir la llamada brecha digital.
Nuestra responsabilidad
En su mensaje para el día, el Secretario General de la ONU señaló que estas niñas y todas las demás “forman parte de una generación digital”.
“Es nuestra responsabilidad sumarnos a ellas en toda su diversidad, extender su poder y sus soluciones como agentes del cambio digital, y eliminar los obstáculos que afrontan en el espacio digital”, dijo.
El camino hacia la igualdad digital de las niñas es empinado. En más de dos tercios de todos los países, las niñas sólo representan el 15% de los graduados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; las materias conocidas por el acrónimo STEM, por sus siglas en inglés.
En los países de ingresos medios y altos, se estima que sólo el 14% de las chicas que obtuvieron los mejores resultados en ciencias o matemáticas conseguirán trabajar en los campos de la ciencia y la ingeniería, en comparación con el 26% de los chicos con mejores resultados.
“Las niñas tienen la misma capacidad y un inmenso potencial en esas disciplinas, y cuando las empoderamos, todos salimos beneficiados”, dijo António Guterres.
Guterres recuerda haber sido testigo él mismo de todo esto mucho antes de iniciarse en su carrera política. Cuando era profesor en Lisboa, la capital portuguesa, fue “testigo de cómo la educación podía elevar a las personas y las comunidades”.
“Esa experiencia ha guiado desde entonces mi visión de una educación basada en la igualdad de género”, explica. “Las inversiones para cerrar la brecha digital de género producen enormes dividendos para todos.”
Para ello, las Naciones Unidas disponen de una nueva plataforma, llamada Coalición para la acción sobre tecnología e innovación de la campaña Generación Igualdad, donde participan los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y los jóvenes líderes para fomentar y apoyar el acceso digital, las habilidades y la creatividad de las niñas.
“Las Naciones Unidas se han comprometido a colaborar con las niñas para que quienes integran esta generación, sean quienes sean, y sean cuales sean sus circunstancias, puedan desarrollar su potencial “, asegura Guterres.
Ejemplos de todo el mundo
Para celebrar el Día Internacional de la Niña, la ONU rinde homenaje a muchas de ellas que hacen uso de sus conocimientos tecnológicos y destrezas digitales como llave para abrir nuevas puertas. He aquí algunas de sus historias:
Las niñas y la brecha digital en Costa Rica
Para Kattia Mungía, de 17 años, vivir en una zona remota de Costa Rica significa no tener conexión a internet.
Kattia vive con sus padres, que trabajan para empresas agrícolas, y otros dos hermanos, una hermana de 15 años y un hermanito de apenas tres. Además, tiene otros tres hermanos mayores que ya se han emancipado y tienen su propia familia o viven lejos de su comunidad.
Desde que entró en la escuela en preescolar hasta hace muy poco, Kattia Mungía no había tenido nunca un ordenador que le facilitara su proceso de aprendizaje y mucho menos acceso a la red. Vive en un pequeño pueblo en la frontera Norte de Costa Rica llamado Montealegre. Para llegar a su escuela, al Liceo de Pavón de Los Chiles, donde cursa su último año para obtener el título de Bachiller en educación media, debe tomar un autobús que tarda 25 minutos.
En la casa de Kattia al inicio del confinamiento por la pandemia de COVID-19, sin internet y sin ordenador, la forma de acceder a la información y comunicación era través de un teléfono móvil de la familia. Sin embargo, como la señal en Montealegre no es buena, para poder investigar y hacer las tareas o comunicarse con profesores, ella tenía que salir de su casa para conseguir una recepción adecuada. Debía buscar la información que necesitaba o hacer las preguntas a sus docentes, volver a la casa, sentarse a escribir a mano y resumir la información que había podido encontrar antes de que se acabaran sus datos.
“Eso lo tenía que hacer todos los días cuando la educación era a distancia y no tenía computadora ni internet. Yo no tenía que caminar mucho para encontrar tener internet en el teléfono, pero sé de estudiantes que tienen que caminar hasta una hora para encontrar señal celular”, comenta Kattia.
El pasado 17 de febrero del 2021, Kattia recibió su primer ordenador con acceso a la red, gracias a un proyecto de asistencia temporal conjunto, entre UNICEF y el Gobierno de Costa Rica, liderado por Epsy Campbel, primera vicepresidenta de la República y campeona de la iniciativa “Generación sin Límites” impulsada por UNICEF y sus socios.
“Es el primer ordenador que tenemos en mi casa. Y es un alivio, es superchulo, porque además de ser superbonito, es táctil. Puedo usarlo para dibujar. Me va a ser muy útil, porque este año salgo del colegio y quiero estudiar diseño gráfico”, dice Kattia. “La tecnología es esencial para mí”.
Formar a las jóvenes sirias para acceder a mejores trabajos
Cuando Madeleine llegó a Damasco hace cuatro años para perseguir su sueño de niña de estudiar ingeniería de las telecomunicaciones, quería llegar muy lejos.
Aunque el golpe de perder a su padre durante su primer año académico la afectó mucho, se centró en recordar lo importante que era para él su educación y la de sus hermanos, y eso la hizo no cejar en su empeño.
Ahora, Madeleine es una de las 60 adolescentes que participan en un curso de mantenimiento de redes informáticas que cuenta con el apoyo de UNICEF.