Ya son varios días en los que Andrés Manuel López Obrador, presidente del Movimiento Regeneración Nacional ha pedido a los dirigentes y candidatos del PRD y PT que declinen en favor de Delfina Gómez, la candidata del MORENA a la gubernatura del estado de México.
El excandidato presidencial también ha llamado a la militancia de esos dos partidos y del Movimiento Ciudadano y Acción Nacional a votar por Delfina.
Voto útil le llaman los conocedores a esta estrategia para allegarle votos al candidato mejor posicionado ante quien representa a un mal gobierno o a un riesgo para la convivencia social; en este caso de una entidad de la República Mexicana.
La candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota y del PRD, Juan Zepeda han declarado una y mil veces que su intención es terminar con los malos gobiernos del PRI en el Estado de México. Según las encuestas, Zepeda y Vázquez Mota están empatados en un segundo lugar.
A 22 días de la elección se ve poco probable que alcancen a quienes ocupan los dos primeros lugares: Alfredo del Mazo y Delfina Gómez.
Las respuestas de ambos han sido de descalificación al líder de MORENA. Una lo llamó autoritario y el otro le pidió serenidad. Ninguno respondió de fondo al planteamiento.
¿Estaría dispuesta Josefina Vázquez Mota a declinar por Delfina en pos de un bien mayor, que en este caso sería sacar al PRI de Palacio de Gobierno? Yo estoy seguro que no. Una excandidata presidencial con el sello de la derrota se juega su capital político… lo que le queda, en esta elección. Y si le aunamos los señalamientos de corrupción por haber aceptado mil millones de pesos del gobierno que la derrotó en 2012, la carrera política de Vázquez Mota está acabada.
Ella no va a ganar. Su destino será el de la derrota y a la historia pasará como quien propició una probable victoria del PRI.
Juan Zepeda, que brilló en la mesa que organizó Carlos Loret en “Despierta”, mantiene un crecimiento que con tan pocos días no alcanzará tampoco el triunfo.
Si bien es cierto que pocos señalamientos ha habido en su contra, hay quienes se preguntan cómo es que logró hacer una precampaña y una campaña con tanta publicidad. Algunos de sus correligionarios, aunque de otros grupos perredistas, lo cuestionan por haber recibido millones de pesos de un programa de atención ciudadana, ese que tienen los legisladores del EDOMEX para “gestionar” apoyos a la comunidad de sus distritos. Algunos más lo acusan de ser aficionado a peleas de perros, las que, dicen, crecieron en Neza durante la gestión de Zepeda.
Zepeda tampoco declinará. Su partido perdería la canonjías, igual que el PAN, que tienen con el gobierno estatal.
La guerra electoral en el EDOMEX podría acabar con la declinación de alguno de los dos candidatos mencionados, pero al final veremos que el llamado al voto útil de López Obrador se quedará como prédica en el desierto.
Nadie quiere ceder su interés a costa de cambiar al régimen que tiene el estado de México.