De Juárez y Mussolini, recientemente ya mucho se ha hablado, el contexto del comentario dicho por AMLO forma parte de la importancia del entorno dentro de la Organización de las Naciones Unidas. Un excelente ejemplo de “Sinequismo” (palabra utilizada por el padre de la semiótica, Charles Peirce, que da a la suma de varios significados para dar un tercero o varios más).
De todos lo memes, comentarios y hasta nuevas conjeturas compartidas en redes sociales, llegamos a una posible “inversa posverdad” (Posverdad = Palabra que hace referencia a la consecuencia de una nota falsa). Esto refiere a que la suma de significados falsos, que provoca un comentario carente de significado en un entorno equivocado.
La importancia de llamarse Benito proviene del latín Bĕnĕdīctus, bene = bien, y dictus = decir, hablar. Las traducciones son varias acorde a estas dos palabras. Sus derivados con el tiempo fueron “Biendecir” como bendecir, Bien dicho, Bendito Benito. Cada una se adaptó al contexto y tiempo.
Bajo esta significación el nombre Benito, lo adquirió el monje cristiano Benedicto o Benito de Nursia (480-547), fundador de la Orden de San Benedicto o de los Benedictinos. Lo interesante de este monje, fue que estableció monasterios fomentando una economía autarquía, muy cercano a lo que hoy conocemos como sustentable; pero la autarquía propone ya autosuficiencia sin ayuda del exterior, lo que promueve el nacionalismo, y rechaza el liberalismo.
Hasta el momento, se desconoce qué historiador señala que Mussolini, el dictador fascista italiano, se llame Benito por la admiración que su padre tenía al presidente Juárez. Lo que sí se escribe en la historia, es la tendencia nacionalista que el padre de éste inculcó a su hijo, siendo un régimen que pasó a la historia por desconocer los Derechos Humanos, el dominio patriarcal, control de medios de comunicación, mezclar religión y militarismo, ignorar artes y la ciencia, imposición de la violencia con la simbología de “las camisas negras”. Es quizás que el padre del italiano se identificara más por el control económico de la autarquía, que con Juárez el presidente mexicano.
Sin embargo, este comentario en un entorno como la ONU, que fue fundada para evitar repetir la historia del fascismo; las filias y las fobias de la hoy democracia ignorante emiten aseveraciones como decir que incluso la bandera italiana fue imitación de la mexicana. ¡No!, la bandera italiana se inicia al norte, en la zona de Lombardía, cercana a Francia, la cual fue Napoleón quien asignó en 1796 a un cuerpo de voluntarios de la Legión Lombarda; los colores y diseño que actualmente hoy tiene dicha bandera, representando el verde a los campos italianos y la esperanza de un país unido y libre, el blanco que representa la nieve de los Alpes y el rojo los múltiples volcanes que conforman la nación italiana.
Según la historia de la Bandera Mexicana
El Ejército Trigarante daba valor sígnico a los tres colores como; el blanco, que significaba la religión católica, el verde la independencia, y el rojo, la unión de los mexicanos.
Hoy día se ha acordado darles los siguientes significados; el verde simboliza la esperanza del pueblo en el destino de su raza; el blanco la unidad, y el rojo la sangre que derramaron los héroes por la Patria.
Lo que quizás cause confusión son las representaciones de las “Águilas” entre el fascismo italiano del S.XX y La Reforma en México del S.XIX, mismas que adjunto.
Bandera de México (Benito Juárez). Bandera Italiana (Benito Mussolini)
Benedictus et pacem omnibus = Bendiciones y paz para todos.
Cristina Ortega. Fotógrafa desde hace 27 años, amante de la imagen en cualquiera de sus expresiones, fundadora de Arte NiNi A.C. Doctorante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades – U.N.A.M. y U.A. de C.
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