Los grandes cambios que han marcado al mundo están relacionados con la visión. Desde expandir lo que es posible observar, hasta aquello que no nos permite ser observado.
Las noches de “luna llena” (iluminada por el sol) proporcionaba luz de plata, importante para rituales en el origen de la historia de la humanidad, pues brindaba visión nocturna a la primitiva humanidad, después ésta “evolucionó” cuando logró producir fuego, independientemente de todas las propiedades que el fuego brinda, también proporcionó visión nocturna sin ser dependiente del calendario de la luna.
Después vino la idea de dioses que nos veían y nosotros no podíamos verlos, con el tiempo se unificó en uno, este cambió la historia de la humanidad en un Antes de … y Después de …
Se auto nombraba “Luz”, casualmente así comenzaba el “oscurantismo”. Esta idea de luz que nos observaba producía “temor”.
Después de siglos se expandió el poder ver a través de lentillas (microscopios y telescopios) y a mayor capacidad de visión, mayor entendimiento del entorno y empoderamiento de la especie humana. Posteriormente vino la luz eléctrica, y con ella la contaminación lumínica, y por la luz en sus frecuencias de onda logramos descomponerla y lograr tele-comunicación, poco a poco la especie humana se empoderaba por la capacidad de visión desde lo intra corporal (endoscopía), lo inter relacional (fotografía y medios de comunicación) y transmisiones de información instantánea (satélites y fibra óptica).
Todo indica que conforme nos expandimos en la visión el empoderamiento de nuestra especie abusó de su entorno.
La paradoja es que ya comenzamos ha hablar de transmisiones de datos a velocidad “luz”. Esto va a cambiar la telecomunicación en el mundo (5G, 6G y 7G), justo cuando algo invisible nos coloca en una neo-oscurantismo, para hacer una pausa en esta contaminación lumínica que se registra desde satélites artificiales, e incluso usted podrá percatarse de ello si vive en una megalópolis, la cantidad de luz artificial de la ciudad no permitirá que observe la “luz” de las estrellas, independientemente de la contaminación atmosférica que respire.
¿Respirar? ¿Contaminación? ¿Invisible? Así es, la contaminación nos invadió, que nos solicitan lavarnos las manos obsesivamente, en plena “era Touch” no se puede tocar. Cubra su nariz para respirar, porque hay algo invisible que puede contaminarle.
La capacidad de visión INTRA-corporal nos regala imágenes para entender qué es lo que nos hace daño:
La capacidad de representación INTER-relacional genera íconos que signifiquen eso que a simple vista no percibimos, pero sentimos.
Aún en su manera más simple de comprender visualmente:
La capacidad de TRANSmisión de la nueva imagen dota de representaciones basadas en la imagen endoscópica, ya nos dota de diversos íconos, para referir a aquello que está cambiando nuestra forma de vivir el día a día, y que cambiará, nuevas posturas en todo aquello que llamamos “relaciones con nuestro entorno”.
Aquí la importancia de la Imagen en la apropiación de la socio-cultura como importancia del entorno contemporáneo:
Vivimos en la era de la imagen, donde necesitamos representaciones de lo invisible, y la telecomunicación que se propone transmitirse a velocidad luz, abre innumerables posibilidades interpretativas a la percepción e interpretación visual. Esto es muy independiente de que usted lo “crea, o no crea en su existencia”.
________________________________________________________________
Cristina Ortega. Fotógrafa desde hace 25 años, amante de la imagen en cualquiera de sus expresiones, fundadora de Arte NiNi A.C. Doctorante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades – U.N.A.M. y U.A. de C.
Twetter. @CrissOrtega
FB. @CrisstinaOrtegaD