EUROPA PRESS / MADRID. Durante muchos años Victoria’s Secret fue una de las marcas de lencería más deseadas por las mujeres y reconocidas del mercado, deseando las modelos de todo el mundo subirse a la pasarela de su mediático desfile, el cual cada año era seguido por millones de espectadores. Sin embargo, la marca no se encuentra en su mejor momento y tras la cancelación de su desfile y la polémica por fomentar cuerpos extremadamente delgados e irreales, ahora hace frente a una nueva polémica: modelos de la marca denuncian acoso por parte de los directivos de la misma.
El New York Times publicó un reportaje en el que entrevista a más de 30 ejecutivos, empleados y modelos de la marca, tanto actuales como anteriores. Todas apuntan al mismo hombre como el sospechoso de un comportamiento inapropiado: Ed Razek, exejecutivo de L Brands, la compañía a la que pertenece Victoria’s Secret.
En líneas generales le acusan de un comportamiento machista y misógino, intentando besar a las modelos, pidiéndoles que se sentarán en su regazo o exigiéndolas que se desnudasen para él. Una de las muchas víctimas de Razek fue Bella Hadid, a quien el empresario acoso en 2018, tal y como aseguran varios testigos. Mientras la modelo se ajustaba su ropa interior para salir a la pasarela, el ejecutivo le dijo: “Olvídate de las bragas”, haciendo también comentario lascivo sobre sus pechos “perfectos”. Pero no es el único nombre de una modelo que sale.
La canadiense Andi Muise asegura que fue castigada por la marca tras denunciar el comportamiento de Razek y rechazarle en numerosas ocasiones. El directivo la invitó a cenar e intento besarla en varias ocasiones en contra de su voluntad, mandándole emails subidos de tonos durante los meses posteriores. Tras su rechazo no volvieron a llamarla.
Algo parecido le pasó a la modelo Alison Nix que cuenta en el reportaje como en 2010 recibió una invitación para participar en un evento para recaudar fondos en una isla privada del Caribe. El único requisito que se les comunicó al llegar es que tenían que posar desnudas en una sesión de fotos ante el objetivo de Russell James. “Nos llevaron en barco y esos hombres ricos flirteaban con nosotras. Todas las modelos nos preguntábamos, ¿estamos aquí como prostitutas de lujo o por un asunto de beneficencia?”, relata la modelo que después de su rechazo y protesta nunca volvió a trabajar para la marca.
Pero además, la denuncia se amplia a Leslie Wexner, fundadora y directora ejecutiva de L Brands, quien no solo no tomó medidas con Razek tras las continuas quejas presentadas a recursos humanos contra él, sino que se la acusa de denigrar a las mujeres directamente. En el reportaje también se desvela la relación de Wexner con Jeffrey Epstein, el traficante sexual, que se hacia pasar por un reclutador de Victoria’s Secret.
LA RESPUESTA DE LA MARCA
Tras las acusaciones por parte del New York Times, un portavoz de la compañía defiende que han hecho “avances significativos” en la metodología de trabajo y su cumplimiento y asegura: “Lamentamos cualquier instancia e la que no logramos ese objetivo y estamos comprometidos con la mejora continua y la responsabilidad completa”.
Sin embargo, Razek se ha negado a responder y sentencia que: “Las acusaciones son categóricamente falsas, malinterpretadas o fuera de contexto. He sido afortunado de trabajar con innumerables modelos de talla mundial y profesionales talentosos, y me enorgullece el respecto mutuo que tenemos el uno hacia el otro”.
Sin duda, un nuevo caso de acoso y machismo que empieza a salir a la luz tras años de secretismo, tal y como ocurrió como el caso de Harvey Weinstein.