No se necesita ser feminista, ni mujer para exigir que en México se respete a las mujeres. Que no las asesinen ni violen, que no las maltraten ni física ni psicológicamente, que no las agredan ni las humillen, vamos, que no violenten sus derechos.
Esa debería ser la exigencia de una sociedad. No podemos ir por caminos diferentes hombres y mujeres, debemos acompañarnos. La igualdad por la que se ha luchado, no merece el odio como trato.
Hay criminales, homicidas, agresores, golpeadores, a esos hay que castigarlos de manera ejemplar, basta de impunidad. Pero, no todos los hombres son responsables de la violencia cotidiana que enfrentamos las mujeres.
Sí, estamos hasta la madre y muy dolidas por las terribles cifras de feminicidios, violaciones, desapariciones, secuestros y maltrato hacia las mujeres. Ese hartazgo debería unirnos para exigir a los tres órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal que trabajen para erradicar la violencia contra las mujeres. Porque ellos también son corresponsables de esta calamidad ya sea por omisión e incluso por comisión.
Cómo no estar enojadas, si apenas antier, mientras en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México se publicaba (de manera casi forzada) el decreto por el que se emite la declaratoria de Alerta por Violencia contra las Mujeres, acompañado de discursos halagüeños, apareció el cuerpo abandonado y visiblemente golpeado de una mujer en la Colonia la Cebada, en Xochimilco.
Cómo no salir a las calles a exigir justicia y manifestar nuestra indignación porque todos los días matan a ocho mujeres en nuestro país y cientos más son violentadas sexualmente. Cómo no salir a gritar #NiUnaMenos si en los últimos cuatro años han asesinado a más de 11 mil 300 mujeres. Alcemos la voz y fuerte, todos. Salgamos a las calles a protestar. El asesinato de una mujer por cuestión de género, es suficiente para no callarnos.
Pero ¿funciona manifestarse de manera violenta? ¿Ayuda en algo pintarrajear monumentos históricos? ¿Sirve de algo impedir que los hombres se acerquen o participen en las marchas? Ojalá realmente ayudara en algo.
Lamentablemente la violencia que ha ocurrido en las dos últimas marchas de mujeres, desvirtúan el propósito de las mismas. Los encabezados en los medios, después de la marcha del lunes, con el eslogan, #NiUnaMenos, fueron los destrozos y no el reclamo de poner un alto a la violencia contra las mujeres.
Es imposible no mencionar ni reconocer, la manera en que mujeres chilenas manifestaron su repudio a la violencia que sufren en su país. El video fue tendencia en las redes sociales, por el orden y la sincronización en un número mediático que rebasó por mucho cualquier atisbo de violencia y destrozos.
https://www.youtube.com/watch?v=0zad42X6Rpg
La narrativa optimista y las 19 Alertas de Género en todo el país no han servido de nada, al contrario, en algunas entidades han aumentado las cifras de feminicidios, agresiones sexuales, acoso, abuso, desapariciones, hostigamiento, discriminación y violencia hacia las mujeres.
Ayer, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad, una adición a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que tipifica la “violencia digital”, como una agresión contra las mujeres. Bienvenida.
Pero necesitamos un programa, un protocolo o una política, que sea eficiente, contundente y con resultados palpables, solo entonces, México dejará de ser un país desigual y peligroso para nosotras.
