Perredistas codician Iztapalapa y le ponen el pie a la delegada.
La voracidad de algunos perredistas comienza a perjudicar a su propio partido a más de un año de que se lleven a cabo las elecciones en la Ciudad de México, principalmente en lo que hace a las delegaciones políticas que pasarán a ser alcaldías por mandato de la Constitución de la CDMX. Y como siempre, Iztapalapa es la que provoca las más bajas pasiones de la ambición, la envidia y la traición.
Con una población de un poco más de dos millones de habitantes y por ende la de mayor presupuesto, Iztapalapa es actualmente gobernada por la perredista Dione Anguiano, quien ha remado entre aguas turbulentas porque sus compañeros, o mejor dicho, sus enemigos del PRD han hecho hasta lo imposible para que trastabille y poderse así subir al barco que los lleve a convertirse en el o la primera alcaldesa.
Esta pequeña generalidad entre los perredistas es lo que ha llevado al Partido de la Revolución Democrática a perder terreno en la Ciudad, donde por más de tres décadas fue la primera fuerza que gobernó instituyendo un sello de la izquierda mexicana que les ha dado buenos resultados: los programas sociales, tales como la tarjeta de Adultos Mayores, Prepa Sí y más recientemente Médico en tu Casa.
Pero qué sucede en Iztapalapa, se preguntarán, cuando es bien sabido que es la delegación más poblada, con mayor marginalidad, inseguridad, falta de servicios y con pobreza extrema para que sea tan codiciada por perredistas y ahora por el reciclaje de hombres y mujeres que ha hecho MORENA del propio PRD. La respuesta es sencilla: la cantidad de votos y el manejo de miles de millones de pesos.
Gobernar Iztapalapa pareciera sencillo pero es como gobernar Tlaxcala o Hidalgo y más si se tiene en contra a una bola de políticos de mediana estatura que piensan que por ser diputados locales, algunos es la primera vez que ostentan ese cargo, tienen la experiencia para administrar una delegación tan compleja, sobre todo por la desigualdad en la que viven sus habitantes y la inseguridad que la permea.
Es inaceptable que entre perredistas pretendan ponerle el pie a la actual delegada Dione Anguiano, que ha demostrado tener los pantalones más fajados que muchos de los hombres del PRD que se han sentado en la silla sin dejar una mínima huella de su trabajo. La mayoría solo la han utilizado para brincar a otros cargos públicos y llevarse una buena tajada del presupuesto.
Hablo de lo que veo y de lo que he sido testigo. Dione se ha enfrentado al monstruo de las mil cabezas que es el Sindicato; puso en orden una de las áreas más complejas y corruptas: los panteones, lo que le valió no sólo paro de labores, cierre de avenidas, amenazas y hasta insultos a su persona. No obstante, no se dejó amedrentar y poco a poco los trabajadores fueron bajando la guardia.
Con muchas cosas en contra, principalmente la traición de perredistas, echó a andar diversos programas que le han dado un cambio a Iztapalapa. “Con el poder de la gente”, como fue su lema de campaña, convenció a los habitantes del Peñón, una de las colonias más peligrosas de la demarcación, de que pintaran sus casas dándole una visión diferente al cerro. La delegada puso la pintura y los pobladores la mano de obra.
También generó un programa que advierte sobre tormentas, lo que permite a la gente tener el tiempo suficiente para poner costales de arena –un dique- para que no se inunden sus colonias y casas. Personalmente, la perredista ayudó en estos menesteres tanto de día como de noche.
En materia de bienestar animal, fue la primera delegada en emprender acciones para promover su cuidado; ahora andan haciendo malas copias en otras demarcaciones del programa Animalízate, que tiene como objetivo la esterilización masiva, gratuita e itinerante de perros y gatos para evitar la reproducción. Hasta el momento se han operado alrededor de 9 mil machos y hembras, con lo que dejaron de nacer cientos de miles de animales que vivirían en la calle, en las azoteas, y maltratados o sacrificados en el antirrábico.
Anguiano ha sido una delegada liberal que se preocupa y ocupa de los jóvenes que viven en Iztapalapa, a muchos les ha ayudado a continuar sus estudios e incluso de manera espontánea les ha hablado de la sexualidad y de la responsabilidad que significa tener relaciones sin cuidarse.
Ha sido constante en su acercamiento con la gente, incluso con grupos tradicionalmente aguerridos como Los Pancho Villa, a quienes les habla en el mismo idioma que ellos utilizan. Ha ayudado a mujeres en extrema pobreza llevándoles servicios de salud para detectar el cáncer en mamás y úteros.
Tiene tan sólo año y medio gobernando pero, como dije al principio, la voracidad de algunos perredistas pretenden frenarla a través de grillas baratas y sucias. No se dan cuenta, o más bien no quien ver que su ambición de poder puede ser el arma letal que está esperando MORENA para apropiarse de la delegación porque, siendo justos, no le veo tamaño a ninguno de los que ha alzado la mano para ocupar el cargo que con tanto valor, dignidad y vocación de servicio tiene Dione Anguiano.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la escuela “Carlos Septién García”. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y actualmente Diputada Constituyente externa por el PRD.