Viernes por la noche sin plan, decido entrar-raramente- a Netflix y busco la tan cacareada serie de Monarca.
Vino Salma Hayek a promocionarla porque es una producción que esperó -según ella- veinte años en pensarla, maquinarla y llevarla a cabo.
Vamos primero por el elenco.
Juan Manuel Bernal, sin duda impecable. Un actor como pocos y que sabe del oficio. Sin mácula.
Irene Azuela de la que confieso no tenía idea quién es, demuestra un gran temple al rozarse con actores de gran talla.
Sale bien librada. Punto y aparte; yo no sabía que ha sido ganadora de Arieles en el cine por Mejor Actriz.
Osvaldo Benavides, a sus 40 años, nos hace olvidar que tienes que ser un Ignacio López Tarso a los 90 para que te digan primer actor. ¡Tipazo, actorazo, guapazo, mangazo, apluazaso!
Pido permiso a la audiencia para ponerme de pié.
¡Es Rosa María Bianchi!
¡Wow!
Tremenda actriz.
Tiene pocas apariciones en la serie, pero no hace falta más. Se come a todos. ¡A todos dije!
Se le ven de lejos las tablas. De aquella asistente de Catalina Creel en Cuna de Lobos a la Sargento en Mujeres asesinas, a muchos años de teatro y Entre mujeres. Esposa de Luis de Tavira-director del Centro Universitario de Teatro UNAM- y madre de José María de Tavira, tía de Marina Tavira nominada al Oscar por Roma y nos da una cátedra de sutil actuación. No hace falta que diga tanto. La escena donde la nuera la quiere chantajear, es apoteósica.
No hace gestos, no hace berrinche, no hace muecas, sólo bebe su café y amenaza con venganza. Vean esa escena de nuevo por favor.
El hijo de Andrés- que no sé su nombre- es un actor muy jovencito pero cuidado… sus ojos lo dicen todo. La escena de confesión del padre homosexual, es de rendirse a los pies de ese chiquillo. Su mirada, sus enormes ojos, la lágrima y el gesto, le doy premio de ya.
LO MALO:
El tonito en el hablar, no dice mucho de México. A pesar de que se dijo que quisieron usar un tono medio para que se pudiera entender en todos lados, no cabe aquí.
La gente de Jalisco no habla así. Te puedo pasar que la familia vive en tres ciudades. CDMX, Guadalajara y Tequila, Jalisco, pero nadie, nadie ni el líder de los empleados de la tequilera, hablan con tono jalisquillo.
La hija de la protagonista, viene de USA y habla español como si siempre hubiera vivido en México.
Tengo hijos de amigos nacidos en Canadá y USA que dicen: “Siente aquí en silla usted par favour siñora”
La chavita habla como si todos los días fuera al “cole”con sus vecinas de Bosques de las Lomas.
Tendrías que ser muy ‘chafa’ para dejar que alguien entre a un edificio a sabotear y desprender una escultura ¡que pesa más de 500 kilos! Quién deja entrar a alguien que puede desprender paredes sin que te des cuenta.
LO BUENO:
La manufactura. Sin duda, le invirtieron dinero para producir.
No hay detalles descuidados.
Los planos en cámara son perfectos y muy detallados. La actriz protagónica luce siempre. La cuidan. La cámara coquetea con ella.
Hacen ¡”click”!
El encuadre en los diálogos es impecable.
Todos son protagonistas. ¡Todos!
LO PEOR:
Que ojalá no hagan segunda parte. Quedan temas inconclusos, pero mejor que no le muevan. No da para más.
Creo que fue sobrevalorada y un boom que dura lo que dura una serie en Netflix, donde la demanda es constante y de todos los días.
Me parece una mezcla de Cuna de Lobos con Infiltrados (The departed) y un corrido de Los Tigres del Norte.
Bien decía mi finada Tía Alicia:
“Como dice el viejo adagio; no todo lo que brilla es oro, ni todo lo que tiene alas vuela ni todo lo que tiene tetas es mujer”.