Sí. Al menos en Chile una reforma similar logró, de acuerdo con Lina Pohl, representante en México de la Organización de las Naciones Unidos para la Alimentación y la Agricultura (FAO), abatir en solo tres años un 20 por ciento el sobrepeso y la obesidad. Datos para tomar muy en cuenta: disminuyó un 25 por ciento el consumo de bebidas azucaradas, 14 por ciento de cereal y, ojo, –lo más importante desde mi punto de vista– el 68 por ciento de los padres de familia chilenos, lograron modificar los hábitos alimentarios en los hogares.
Por ello resulta muy plausible que la Cámara de Diputados haya aprobado casi por unanimidad las reformas a la Ley General de Salud para establecer etiquetas en alimentos y bebidas alcohólicas que incluyan información muy clara sobre su contenido nutrimental. El etiquetado tendrá que ser veraz, visible y de fácil comprensión. Además, se tendrán que establecer programas que promuevan la alimentación nutritiva. La advertencia de que se trata de un producto altamente calórico tendrá que aparecer en la parte frontal.
Según estadísticas México tiene el primer lugar –ya rebasó a Estados Unidos, en sobrepeso y obesidad de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Es una auténtica epidemia que afecta a siete de cada 10 adultos, cuatro de cada 10 jóvenes y uno de cada tres niños. De acuerdo con la FAO hay un consumo excesivo de azúcares añadidos y grasas saturadas –en un 85 por ciento según parámetros de la Organización Mundial de la Salud–.
Una de las principales impulsoras del etiquetado frontal en los alimentos es la diputada veracruzana por Morena Carmen Medel, quien es además secretaria de la Comisión de Salud de la Cámara de diputados. Esto comentó en entrevista a MujerEsMas.
– Cuál es la trascendencia de la iniciativa sobre el etiquetado que aprobaron casi por unanimidad?
–“Es histórico, no es un tema nuevo, en México se lleva trabajando en esto desde hace 17 años y las primeras iniciativas empezaron a surgir hace 12 años. Es histórico porque se habla de una voluntad política en favor del interés de los ciudadanos y no de intereses particulares”.
–¿En cuánto tiempo calculan que las medidas como el etiquetado pueden ayudar a combatir el problema de la obesidad en México?
–“Son una herramienta necesaria para avanzar en materia de prevención, parte de una estrategia integral, es muy eficaz por que te permite clasificar entre productos saludables y dañinos para la salud, incluso legislar para que todo aquel producto que contenga sello no pueda ingresar a las escuelas e instituciones educativas”.
–¿A qué atribuyes el problema del sobrepeso y la obesidad que colocan a México en el primer lugar de los países de la OCDE, incluso después de Estados Unidos?
-“Hay muchos factores, pero el principal son los altos contenidos de los cuatro nutrientes críticos, de los cuales derivan enfermedades como la diabetes, la hipertensión y 12 tipos de cánceres. Tenemos que regular el contenido de estos nutrientes, que son más peligrosos y en mayor cantidad en los productos ultraprocesados”.
–¿Cómo te surgió la idea de la iniciativa?
“Desde mi llegada a San Lázaro tomé como mi bandera la prevención de la salud, entendía el grave panorama y la epidemia en la que nos encontrábamos en sobrepeso, obesidad y diabetes, así como la crisis de nuestro sistema de salud en el aspecto económico. Y tomar este tema abonaba a estos dos aspectos y por ello pusimos manos a la obra”.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, aseguró que el cambio de etiquetas en productos con alto contenido calórico será insuficiente, pues se requieren medidas integrales y un trabajo conjunto para frenar la obesidad.
Y efectivamente tiene razón. La medida -que tendrá que ser votada en el Senado esta semana- no es la única forma de combatir el problema de sobrepeso y obesidad, pero sin duda abre una gran oportunidad de atacar el problema. Es una medida central, según Lina Pohl.
Habrá también que trabajar mucho en la educación escolar desde etapas tempranas y mucho qué hacer en los hogares. Algunos expertos consideran que los hábitos alimenticios cambiaron con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y en general con la globalización. Las hamburguesas y las altas comidas procesadas en azúcares y grasas saturadas, substituyeron en gran medida los alimentos tradicionales de la mesa del mexicano. Habrá que asomarse a algunas de las cadenas de hamburguesas más conocidas. Los tradicionales paquetes que incluyen la hamburguesa, papas y refrescos, rebasan las mil 200 calorías. Hay razones de peso para creer que el etiquetado en alimentos, sí ayudará en parte a ponerle un freno a la epidemia de sobrepeso , obesidad y la cadena de enfermedades que se derivan.