La UNAM promueve el orgullo y la esperanza con sus coloquios.
Según la encuesta levantada por Mitofsky el 2 de septiembre, nueve de cada 10 mexicanos estaba enterado de la visita de Donald Trump. Para el 60% fue la noticia más importante, por encima de la muerte de Juan Gabriel. La semana pasada seguramente será recordada por los sentimientos negativos que generó en la mayoría la presencia del candidato republicano en nuestro país, y por la pérdida del Divo de Juárez.
Sin embargo, en esa misma semana, con pocos reflectores de por medio, excluyendo el episodio de Nicolás Alvarado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) nos proporcionaba muchos pretextos para experimentar otro tipo de sentimientos.
En la Facultad de Derecho concluyó la quinta edición de la Competencia Universitaria Sergio García Ramírez, que posibilita a los estudiantes aproximarse a esa disciplina con un enfoque de derechos humanos en un proceso práctico de investigación y argumentación. Con la participación de diversas universidades mexicanas y de Latinoamérica, este ejercicio abona a la formación de litigantes en el marco de la cultura de respeto y protección. En este año además, el caso a discusión hacía referencia a la diversidad sexual e identidad de género, lo que abona a la razón, hoy tan disminuida si revisamos la posición de los convocantes de las marchas por la familia del 10 y el 24 de septiembre.
En el otro extremo de la zona metropolitana de la Ciudad de México, se inauguraba el “Laboratorio de Derechos Humanos, Cultura de la Legalidad y Paz”, que convoca a estudiantes de primer ingreso de todas las carreras que se imparten en la FES Acatlán a una oferta extracurricular de formación en derechos humanos. Estudiar, conocer, promover y defender, esta apuesta, primera en su tipo en la UNAM, es además una iniciativa de docentes de a pie, convocados por la maestra Silvia González Quintero.
Iniciando la semana, la Máxima Casa de Estudios se adhirió formalmente a la plataforma HeForShe de ONU Mujeres y publicó en su Gaceta el Acuerdo de Políticas Institucionales para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de Casos de Violencia de Género, que incluye un protocolo para su atención.
La Abogada General, Mónica González Contró, reconoce que inician un proceso de aprendizaje como comunidad para eliminar la violencia de género y que posiblemente habrá un periodo de más retos que de soluciones inmediatas. No obstante, apunta que lo fundamental del Protocolo es que representa en sí mismo un mensaje de cero tolerancia ante este tipo de violencia. Afirma que si una situación, acercamiento o acto se siente como inapropiado, muy probamente lo es. Y manda un mensaje para toda la comunidad universitaria, pero particularmente necesario para alrededor de 70 mil mujeres adolescentes menores de 18 años que estudian en sus aulas: Recuerda: NO es tu culpa. Recuerda: la UNAM te respalda.
En ese contexto, durante la semana del 29 de agosto al 2 de septiembre, en el marco de la campaña “Yo respaldo la igualdad de género”, se desarrollaron más de 400 eventos, ya que para disminuir las brechas se requieren de muchas acciones, pero también de muchas voces.
Es así como las entidades científicas de la casa de estudio, ubicadas en el estado de Morelos, se sumaron con conferencias como: De qué hablamos cuando hablamos de Género (Instituto de Biotecnología), Las Mujeres y el derecho a la Comunicación (Ciencias Físicas), y Conversar sobre él y ella en las Letras (Instituto de Matemáticas). Obras de teatro como Un mundo sin faldas y murales (Instituto de Energías Renovables), torneos de Basquetbol y taller de Masculinidades (Centro de Ciencias Genómicas).
Todos estos esfuerzos tratan de romper la falsa dicotomía entre ciencias y humanidades; intentan formar en el plano en donde los saberes cuestionen las creencias, y luchan por disminuir la brecha de género en la formación científica. Una brecha que acortan día con día miles de estudiantes pumas, como las genómicas Amaranta, Valeria, Citlalli, Elisa, Carmina, Analí, Danielly, Sarahi y Jocelyn.
Por esa ruta por los derechos humanos, por ese camino por la igualdad de géneros, por ese trayecto en la formación de mujeres del siglo XXI, la semana pasada también fue, gracias a la UNAM una que por mucho nos invita a sentimientos de orgullo y esperanza.