La reforma constitucional que este jueves dio paso a una Guardia Nacional Civil es resultado de un diálogo sin precedentes entre senadores, especialistas, defensores de derechos humanos y víctimas de la violencia criminal.
Fue un ejercicio que marcará un antes y un después en la vida del Congreso mexicano, porque se trató de un auténtico Parlamento Abierto.
Y ese ejercicio fue posible, gracias a la inteligencia y a la disposición política de senadores y senadoras de todos los signos partidistas: del gobernante Morena y del emergente bloque opositor que conforman PAN-PRI-PRD-Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, como suele ocurrir en nuestra vida pública, la visibilización mediática de los procesos terminan focalizándose en personajes masculinos.
Esto es así porque, además, los líderes parlamentarios son varones.
Es por ello que, ante la relevancia de las definiciones construidas en la Cámara Alta, para concretar una Guardia Nacional que sumó a los 127 senadores presentes en la sesión de este jueves 21 de febrero, en esta columna nos sentimos con el deber de subrayar los nombres de las senadoras que contribuyeron a ese momento.
Porque, además, no se trata de legisladoras que simplemente se hayan sumado a las tareas de su bancada. Sino de personajes que hicieron apuestas incluso arriesgadas y, en algunos casos, contrarias a las de sus compañeros de partido.
LAS PRIISTAS
Por lo que había ocurrido hace un mes en la Cámara de Diputados, donde la bancada del PRI inclinó la balanza a favor del proyecto de una guardia nacional militarizada en todos sus componentes, se pensó que la posición de los priistas en el Senado seguiría el mismo patrón.
Sin embargo, Claudia Ruiz Massieu, en su doble rol de legisladora y presidenta nacional de ese partido, estableció un rotundo no a los términos de la reforma hecha en San Lázaro.
La claridad de la excanciller sobre los riesgos que aquel dictamen tenía en materia de respeto a los derechos humanos y en congruencia con nuestra Constitución y las Convenciones Internacionales en la materia, fue determinante para que el grupo parlamentario del PRI en el Senado definiera que, ahí, la alianza sería con la oposición.
Consecuentemente, los priistas, panistas, perredistas y emecistas conformaron por primera vez, en lo que va de esta legislatura y el actual gobierno, un bloque de negociación que nunca se quebró. Ni siquiera cuando los gobernadores del PRI reclamaron a los senadores de su partido que respaldaran la guardia, tal y como la enviaron los diputados.
Con la presidenta nacional priista, destacaron las senadoras Claudia Anaya y Silvana Beltrones, quienes fueron protagonistas activas en rebatir a los legisladores de Morena porqué era importante reformular el dictamen de la guardia.
XÓCHITL Y KENIA
En la bancada del PAN se observó un fenómeno diferente. Ante una clara definición partidista de no aceptar la guardia con mando militar, misma que compartían diputados, senadores y gobernadores, la moción conciliadora provino de las mujeres.
Fueron Xóchitl Gálvez y Kenia López Rabadán las legisladoras que tomaron la bandera del “como sí”….
En vez de conformarse con la decisión de su partido, estas senadoras decidieron ser parte de una alternativa que respondiera a la necesidad gubernamental de una nueva estrategia y las alertas de que ésta no podía caer en los excesos militares.
Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, López Rabadán, asistió a todos los foros del Parlamento Abierto y no cejó en preguntar a los especialistas y conocedores del tema de la seguridad cuáles eran las rutas viables para una Guardia Nacional.
También Xóchitl Gálvez tomó la causa del como sí, dialogando con todos los actores involucrados: funcionarios y activistas que comparecieron en el Parlamento Abierto, pero también con sus compañeros de Morena, buscando la construcción del valor más preciado en la construcción de acuerdos entre diferentes: la confianza política.
PATRICIA Y VERÓNICA
Las senadoras de Movimiento Ciudadano también se involucraron de manera comprometida en esta coyuntura que ha convertido al Senado en el único espacio de contrapeso político del Gobierno Federal.
Verónica Delgadillo y Patricia Mercado fueron artífices de una de las interlocuciones más determinantes del proceso de diálogo con la sociedad civil organizada, al asumir la defensa de la agenda alternativa que el Colectivo Seguridad Sin Guerra les entregó.
Cumplieron. Y de ello dieron cuenta los momentos emotivos que se vivieron en la explanada del Senado, cuando este jueves 22 de febrero, activistas que en 2017 se opusieron a la Ley de Seguridad Interior, celebraban con las senadoras de MC el logro compartido.