Dos postres son emblemáticos de la marca, el Key Lime Pay y el Banana Pudding.
Si vivieron la década de sus 30 suspirando por las estampas neoyorquinas de Sex and the City y los enredos amorosos de Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha, seguro guardan en su memoria innumerables escenas y frases de esta exitosa serie estado unidense de fines de los 90.
El emblemático y protágonico personaje de “Carrie”, encarnado por Sarah Jessica Parker (ahora con 50 años) que mostraba a una periodista de treinta y tantos que escribía una columna semanal para el “ The New York Star” (que obviamente hacía alusión a The New York Observer) relatando las aventuras amorosas, sexuales y laborales de ella y sus amigas, revolucionó el mundo de la moda y el concepto feminista del empoderamiento. Aunque “Carrie” es una mujer independiente, con una carrera exitosa, sueña con el “amor verdadero y romántico”. A lo largo de la serie (de seis temporadas), establece relaciones ocasionales y varios noviazgos, pero cuando el “amor de su vida” al fin le propone matrimonio, entra en una profunda crisis cuestionándose si vale la pena dejar atrás su libertad y vida desenfadada, la cual disfruta con sus amigas en bares, discos, restaurantes, cafés, galerías, museos y tiendas famosas de NY.
Uno de los sitios favoritos del cuarteto glamoroso de Sex and the city era la pastelería Magnolia Bakery, cuya oferta principal son los cupcakes, esos pastelitos americanos llenos de colores que se han mantenido de moda por más de una década desde su “relanzamiento”.
La escena en que Carrie y Miranda se sientan en una banca a tomar café y disfrutan de su vanilla cupcake con betún rosa pastel puso “en el mapa” la tienda y la marca.
Si no han tenido la suerte de comer uno de esos pastelitos en la sucursal del Upper West Side, no sufran, porque aquí también pueden disfrutar de la clásica pastelería americana retro y fashion en “Los Altos” de Polanco.
Magnolia Bakery llegó a México en el 2014 y su única tienda se encuentra en el corredor gourmet del Parque Lincoln. La oferta es la misma que en Nueva York.
De sus Cupcakes hay que probar los clásicos de vainilla o chocolate con frosting y chispas de colores (desde 45.00 pesos) o los especiales como el Devils food, zanahoria y limón (45 pesos). Además, cada mes, incluyen en el menú sabores de temporada.
Con respecto a los pasteles, indudablemente hay que probar alguno de estos: Red Velvet, Devils food, Coconut, German Chocolate, Banana, Caramel (rebanada desde 120.00 pesos).
Dos postres son emblemáticos de la marca, el Key Lime Pay y el Banana Pudding (desde 55.00 pesos)
Aunque todos los pasteles son celestiales aquí les dejo mis recomendaciones: el pastel Devils food (perfecto para los chocoadictos de “tipo infantil”: chocolate con leche y mucha azúcar) y el Banana pudding (capas alternadas de galletas “tipo wafers”, crema de vainilla y rebanadas de plátano), un postre cremoso con intenso sabor a vainilla-plátano que superó con creces mi expectativa, simplemente delicioso y potencialmente adictivo.
Sentada en las sillas retro de color turquesa del Magnolia Bakery México, disfrutando del verano, mi café y los cupcakes del mes: blueberry con limón y crocante de blueberry, sentí que las mujeres como yo –que hace mucho rebasamos los 30 y no podemos calzar unos Manolo Blahnik como Carrie–, al menos sí podemos incorporar a nuestras tardes de café la “M” del Magnolia Bakery y, como ella “pecar” en mini porciones, con mucho estilo.